Economía
Preocupación en el sector avícola argentino por el aumento de importaciones desde Brasil
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El sector avícola argentino atraviesa un estado de alerta frente al incremento de las importaciones de carne de ave provenientes de Brasil. Así lo señaló Carlos Sinesi, director ejecutivo del Centro de Empresas Procesadoras Avícolas (CEPA), en diálogo con Canal E, donde advirtió sobre el impacto de estas operaciones en la producción nacional.
“Primero hay una preocupación. Todo lo que ingresa no es pechuga. Esto es la realidad”, afirmó Sinesi, al precisar que las 12.000 toneladas registradas incluyen cortes de pechuga, carne mecánicamente separada —utilizada como base industrial— y productos elaborados como nuggets.
Un mercado en riesgo por las asimetrías con Brasil
Aunque la producción argentina alcanza 2,5 millones de toneladas anuales, Sinesi explicó que incluso volúmenes relativamente bajos de importación afectan la estabilidad del mercado interno: “Aunque sean valores bajos, van destruyendo particularmente algunos mercados que están consolidados”.
El directivo remarcó las asimetrías competitivas con el país vecino, que goza de ventajas logísticas y de costos, además de la ausencia de aranceles para la importación de carne aviar en Argentina.
Impacto en la producción nacional
El ingreso de productos brasileños implica una pérdida de valor agregado local: “Se traen y se venden. No hay trabajo con mano de obra ni con las 77.000 familias que trabajan en la avicultura”, advirtió Sinesi.
En los primeros siete meses de 2025, estas importaciones significaron una salida de alrededor de 30 millones de dólares.
Reclamo por competitividad y tipo de cambio
El panorama se complejiza con un tipo de cambio considerado desfavorable para las exportaciones argentinas. “Nosotros seguimos insistiendo: para poder exportar el tipo de cambio tiene que ser razonable y no tendríamos que tener retenciones”, subrayó el titular de CEPA.
Mientras tanto, desde el sector mantienen el diálogo con las autoridades y buscan sostener la competitividad de la industria nacional. “La preocupación existe, pero tratamos de pelear con las mejores armas: ser cada vez más eficientes y competitivos”, concluyó.