“Lo que necesitamos no son peleas teóricas, sino posicionamientos firmes”
Victoria.- En el marco del debate sobre temas como la legalización del aborto, la aplicación de la Ley de Educación Sexual Integral (ESI) en las escuelas y la ideología de género, nuestro Semanario habló con el sacerdote Fernando Arias, quien estuvo como administrador parroquial en la Parroquia San Roque de nuestra ciudad y recientemente fue trasladado a la Parroquia San Roque de Concepción del Uruguay por razones de salud. Arias es licenciado en teología moral con orientación en bioética, además, cursó el master de bioética en la Universidad Pontificia de Comillas.
Género
“Muchas veces se habla de perspectiva de género, y no de ideología de género. Se utilizan muchos eufemismos y falacias en el tiempo actual porque duele decir la verdad. En realidad, la ideología es eso: ideología. Y una ideología no parte de la realidad como podemos partir desde un discurso filosófico, moral o científico. La ideología crea una realidad. Es decir que no parte de la realidad, sino que la crea. ¿Y para qué la crea? Bueno, tiene objetivos específicos. La crea fundamentalmente para confundir”, comienza el especialista en Bioética.
Sumado a lo anterior, agrega: “En Estados Unidos, estando el presidente Nixon, se revió todo el tema de la superpoblación mundial y la campaña de uso de anticonceptivos para regular los nacimientos. Entonces, como esto venía fracasando y la población mundial seguía creciendo, a partir de un acuerdo se decide cambiar la propaganda por los anticonceptivos y se proponen trabajar con la mentalidad de la mujer. Esto consistía en hacer que la mujer esté a favor del aborto y en contra del matrimonio. Esto se lograba a través de la ideología de género. Entre otras de las cosas, la ideología de género propone la inversión de roles. En esta confusión y en esto de negar que existen dos sexos (masculino y femenino) y cambian la palabra sexo por género, entonces a partir de acá viene toda la confusión”.
Seguidamente, Arias continúa: “Desde la ideología de género se dice que la sexualidad es un constructo social. Si yo sigo lo que dice la naturaleza, entonces ellos lo llaman a eso, despectivamente, reduccionismo biológico”.
Educación Sexual Integral
Con respecto a la aplicación de la ESI, el sacerdote opina: “Hoy todo el material y la bajada de Nación respecto a la ESI viene desde la perspectiva de género. La capacitación que se hace en Paraná es desde la ideología de género”. En este marco, desarrolla: “La sexualidad debe ser abordada de manera interdisciplinaria. Por supuesto que la biología es una de las ciencias más importantes en esto. Pero uno puede hablar de sexualidad desde la psicología, y la psicología tiene mucho para decir. La psiquiatría y la psicología son ciencias que abordan los diferentes trastornos de la sexualidad. En el ser humano la sexualidad es algo suyo, que le pertenece, por lo tanto, se puede humanizar la sexualidad. Por eso el abordaje es tan amplio”.
Por otro lado, señala: “A un niño de quinto, sexto y séptimo grado, no corresponde, como se hace desde la capacitación que se está dando, ponerle un pene y un condón y enseñarle a usar un condón. No es necesario. No es necesario que se distribuya en las escuelas fotos con imágenes explícitas. Hay que tener mucho cuidado de que la educación sexual en el niño, que hoy es tan necesaria, sea de manera gradual. No se debe imponer una forma de pensar a los chicos y mucho menos confundirlos, pero uno de los fines de la ideología de género es confundir”.
Para concluir este tema, recomienda: “Quisiera recomendarles a los lectores que googleen «Benigno Blanco», es un abogado español que explica de manera extraordinaria cómo se ha impuesto la ideología de género.
Proyecto de Ley de Aborto
Arias asegura que hay intereses creados detrás de la ley de aborto. “Detrás de todo esto, detrás de una ley de aborto que va a ser votada en Argentina, detrás de todos estos temas de educación sexual, detrás del uso de una píldora del día después, los intereses de base son económicos. Tiene que ver con las imposiciones de grandes multinacionales, de los grandes capitalistas. No nos olvidemos que detrás de esta ley de aborto hay una institución norteamericana (Planned Parenthood) que es una clínica de abortos famosa de renombre mundial que abarca diferentes países y en cada uno de ellos tiene su centro para ir trabajando y lograr que el aborto sea legal”, dice.
Llegados a este punto, sostiene: “Para que una ley sea justa debe ser un ordenamiento de la razón que se promulga para el bien común por el que tenga la autoridad. Acá la falacia es hablar de la interrupción del embarazo. No es un ordenamiento de la razón, no ordena algo lógico, porque lo lógico indica que, si yo interrumpo algo, lo puedo continuar. Cuando se realiza un aborto se pone fin a una vida, es el fin del embarazo”.
Sin embargo, el sacerdote aclara: “Yo no voy a usar el término ‘todo aborto es un asesinato’, porque hay mujeres que se han visto tan presionadas para llegar a un aborto que vos podés comprender una situación particular de angustia y una situación de dolor que le causó mucho daño moral. Es una mujer que vive después del aborto con una culpa psicológica y moral. Esa culpa la viven. No se puede negar que después de un aborto a una mujer le resulta indistinto”.
Finalmente, reflexionó: “Quisiera que la gente no se ponga ni pro vida ni pro aborto. Que la gente no entre en discusión ni pelea, porque acá, más allá de que se promulgue o no esta ley, más allá de que tengamos aborto libre o no, la vida es un valor, y lo que necesitamos no son peleas teóricas, sino posicionamientos firmes. Yo me posiciono ante el valor vida y la defiendo, o no. Y tengo el derecho de valorar ese valor, aunque no esté obligado a hacerlo. La vida no es un valor absoluto, porque para quienes somos creyentes el único valor absoluto es Dios, pero la vida es un valor primario y después se desprenden otros valores que son de otro rango. Pero la vida es el primero de todos los valores. Cuando yo digo: «Sí a la vida», nunca voy a estar de acuerdo con el aborto y no necesito discutirlo a esto. Cuando una mujer tiene que recurrir a un aborto, si no valora la vida lo va a hacer, y si para ella la vida es un valor primario, pero está obligada a abortar por la circunstancia, esa mujer es candidata a tener su culpa psicológica y moral. Es una cuestión de posicionamiento, no de discusión. El espacio para la discusión ya estuvo”.