Las cosas simples siempre me gustaron
Por: Marciano E. Martínez (Abogado-Escritor)
Hoy fui a llevar un par de zapatos relativamente nuevos para que me lo arreglara el zapatero. Antes era una cosa simple y bastante cotidiana. Ahora no hay ni zapaterias donde compongan zapatos rotos. Y digo «compongan» porque había en mi niñez un local con un cartel que decia «compostura de zapatos»
-Es porque el zapato no viene con las suelas y el cuero que se usaba antes- me dijo el zapatero.
– Es una lástima, porque es un material noble. Ahora todo es plástico. A Ud. se le destrozó la suela y el taco porque son de un material biodegradable y ha pisado algo químico que lo destruyó.
-Si, le contesté. Mi mujer le pone lavandina a un estropajo para que lo pisemos cuando entramos a nuestra casa a fin de evitar el Covid. Seguro que es eso.
-Ha verificado Ud. que en la lucha contra el Covid la lavandina provoca muchos daños colaterales. Uno de ellos son los zapatos. Es que son sospechosos de llevar el virus y a diferencia de las manos no se pueden lavar con jabón.
Nos reímos y me fui, contento porque uno aprende mucho, aun de las cosas simples.