La quema de pastizales en las islas del Delta supera el smog de las grandes ciudades del mundo
La inmensa carga tóxica que respira la comunidad de Rosario desde los primeros días de agosto por la quema de pastizales en las islas del Delta del Paraná impulsó al Observatorio Ambiental de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), a la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) y a la empresa HSE Ingeniería, a realizar un nuevo relevamiento científico para identificar el nivel de contaminación presente en el aire.
El resultado es contundente: El mismo presentó entre 6 y 9 veces mayor concentración de material particulado de alto volumen (partículas PM10 y PM2.5), un índice muy por encima de los umbrales sugeridos por la OMS (unas 17 veces mayor), incluso supera los altos niveles de contaminación habitual provocada por el smog en grandes ciudades como Nueva Delhi, Beijing o Ciudad de México.
En diálogo con NA, Ricardo Nidd, médico psiquiatra y ex Decano de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Rosario, detalló las primeras consecuencias que se observan en la salud de las personas expuestas al humo tóxico.
Entre las observaciones generales, Nidd indicó el aumento de pacientes con “tos irritativa, sequedad de mucosas, conjuntivitis, rinitis, dificultad para respirar y disminución del olfato y el gusto”.
«Este fenómeno se exacerba en personas vulnerables, es decir pacientes asmáticos, alérgicos, insuficientes cardíacos y respiratorios. Todos estos productos tóxicos que llegan a nuestra ciudad sabemos que producen un efecto a largo plazo con consecuencias que todavía no estamos en condiciones de verificar. Al momento, ya pudimos verificar con suficientes elementos científicos la gravedad del fenómeno y de la urgencia que se precisa para que sea revertido”, remarcó.
Cómo afecta a la salud mental
“La sensación de angustia generalizada en la población nos preocupa” detalla Nidd, en relación a los casos diarios que recibe el dispositivo de atención por la afectaciones de la contaminación ambiental que dispuso la Dirección de Salud de la Universidad Nacional de Rosario, especialmente para las personas que se han sentido afectadas por el humo de las islas.
“La angustia generalizada es un mal que pareciera adueñarse de la población, principalmente por la sensación de incertidumbre que genera este fenómeno”, indica.
“Tenemos que tener en cuenta que recién salimos de una pandemia”, agrega Nidd, en relación directa con aquella sensación de percibirnos expuestos a un riesgo inminente para la salud, y que nos impidió por casi dos años realizar las actividades cotidianas con cierta normalidad.
“Esclavos del viento”: No se trata de una metáfora, es la realidad que opera en el estado anímico de la comunidad rosarina.
“Somos esclavos del viento en Rosario: La preocupación constante entre nosotros es si hoy llega o no llega a la ciudad, siempre dependiendo de la dirección de donde provenga”, dice Nidd, y nos cuenta que cuando «el sentido del viento es sudeste se transforma en irrespirable, sobre todo para aquellas personas que se encuentran más cercanas al río”.
Recomendaciones preventivas
El especialista sugiere que se tenga mayor atención en la preservación de las poblaciones más vulnerables, entre ellas los ancianos y niños, los pacientes convalecientes de enfermedades respiratorias, pacientes con alteraciones de sus vías respiratorias crónicas y alérgicos crónicos.
Como recomendación general, se pide a la población que los días de mayor concentración de humo toxico en la ciudad permanezcan con los ambientes cerrados, con la utilización de barbijo, y tomen abundante agua.
El estudio que demuestra que Rosario es “irrespirable”
El estudio realizado en agosto de este año por el Observatorio Ambiental de la UNR si bien todavía es parcial en número y locaciones, resulta suficiente para demostrar que la calidad del aire en la ciudad de Rosario “ha sido severamente afectada por la quema de pastizales; en particular en las zonas costeras donde se encuentra la mayor densidad poblacional”.
¿Qué se midió? La carga de material particulado del aire para determinar qué cantidad de partículas de tamaño inferior a 2.5 micrones hay en la atmósfera. Ya fue comprobado científicamente que existen severos riesgos para la salud y que están asociados a las partículas en suspensión de diámetro igual o inferior a 10 y 2,5 micrones. Cuando estas particulas son respiradas llegan hasta las vías respiratorias internas, incluso son capaces de pasar al torrente sanguíneo en el pulmón, y así penetrar en las células de todo el cuerpo.
El parámetro se denomina PM2.5, está estandarizado, y fijado el umbral a partir del cual hay afectaciones con alto riesgo para la salud humana. Para esa materia fina en suspensión, la OMS lo establece en 15 microgramos por metro cúbico (μgr/m3) de media diaria.
Entre las conclusiones del reciente estudio, se indicó que no se está cumpliendo con los valores guía establecidos como concentración máxima en período corto, conforme a lo establecido en la Resolución 201/04 de la Secretaria de Medio Ambiente de la Provincia de Santa Fe los puestos de Calidad de Aire para PM10 CA-01 (Villa Gobernador Gálvez) y CA-03 (Parque del Monumento Nacional a la bandera).
“Los efectos nocivos de la quema especialmente en vías respiratorias, presentado síntomas de malestar en diversos grados, resulta imperioso abordar las causas que originaron estos hechos e implementar medidas de control para evitar su repetición”, dice el estudio.
“Dada la medición realizada el día lunes 8 de Agosto en horas de la mañana se observó que el valor medido excedió la concentración máxima permitida del material particulado (PM10) en un 41% (Parque Nacional a la Bandera) y en un 31% en el barrio de Pueblo Nuevo de la vecina localidad de Villa Generador Galvez”, detalló.
“Las nuevas Directrices mundiales de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre la calidad del aire aportan pruebas claras del daño que la contaminación del aire inflige a la salud humana en concentraciones aún más bajas de lo que se suponía hasta ahora. Las directrices recomiendan nuevos niveles de calidad del aire para proteger la salud de las poblaciones mediante la reducción de los niveles de los principales contaminantes del aire. Los riesgos para la salud asociados a las partículas en suspensión de diámetro igual o inferior a 10 y 2,5 micras (µm) (PM₁₀ y PM₂,₅, respectivamente) son de especial relevancia para la salud pública”, finalizó.