La fuerza y sus implicancias en el desarrollo humano
Victoria.- Junto al profesor de Educación Física, Cristhian Palacio abordamos este tema de vital importancia en el desarrollo de nuestras vidas, teniendo en cuenta que es una capacidad que se va perdiendo con el paso del tiempo, y que afecta nuestra movilidad futura.
No solamente se trata de pesas rusas o mover cargas olímpicas usando barras, la fuerza es un movimiento tan primario como natural, propio de cualquier sujeto como el que ejercemos para pararnos y levantar la cabeza, nos anticipa nuestro entrevistado.
“Badillo (Juan José González-Badillo), autor español referencia internacional en el mundo del entrenamiento de fuerza, plantea la interacción de dos fuerzas que interactúan y dan una resultante: una interna que involucra el sistema muscular, esquelético y la orden central que da el nervioso; y otra externa que es propia del movimiento, y la consecuente gravedad. Por todo esto, pararte y moverte es la resultante de fuerza, y/o de dos fuerzas que se oponen”, dice Palacio a Paralelo 32.
Esta capacidad fue evolucionando a lo largo del tiempo, pero el entrevistado menciona el predominio de la experimentación científica siempre tuvo una marcada participación de los rusos y todo el bloque oriental, que hacia la caída del Muro de Berlín y declinación de la Unión Soviética, vio trasladarse ese conocimiento a Estados Unidos y gran parte de Europa, “no solamente para entrenamiento sino también para la salud en general”.
De hecho, al principio la fuerza se entrenaría como una manifestación orientada a prevenir lesiones, y un segundo momento donde pasa a ser un componente de desarrollo de capacidades para el deporte. Aquí Palacio anticipa que hasta los 30 años esa capacidad tiene margen de crecimiento (muscular y óseo), luego comienza la lenta y persistente declinación, pero se puede mitigar esa degradación con el complemento externo, aunque no ya rendir al máximo para cuestiones competitivas o de alto rendimiento. “Un deportista tiene un periodo de esplendor muy acotado, y se somete a exigencias semanales. Pero alguien que llega a la llamada Cuarta Edad, que es un nuevo concepto en términos de longevidad, necesita fuerza para hacer mandados, cargar cosas, subir escaleras, y por eso debemos considerar la fuerza como nuestra aliada para la vida”.
En este sentido, podríamos conjeturar que fuerza está asociada a la explosividad y construcción de fibras musculares afines, contrariamente a quienes no la ejercitan y van exponiéndose a ser cada vez más lentos y débiles. “Lo ideal es la mixtura, el famoso entrenamiento cruzado, que incorpora lo cardiovascular. Necesitamos ambas, y priorizar una en detrimento de la otra es un error que varios autores señalan en la actualidad”.
Palacio forma a futuros profesores de Educación Física en Gualeguay, desde materias específicas como es el entrenamiento (donde se contemplan momentos de resistencia, fuerza – explosiva, fuerza- resistencia, etc.) Sin embargo, accedió a hablar de esta cuestión desde el llano, buscando aquellos principios que sean útiles a la gran mayoría de la población: “El movimiento es lo más básico en la fuerza, y por ende si nos vamos a seguir moviendo a lo largo de nuestras vidas, la necesitamos como punto de partida; Después tenemos varias formas de desarrollarla y aplicar metodologías, siempre teniendo en cuenta que somos individuos con distintas capacidades”.
Para tener en cuenta
Se dice que trabajando la fuerza, se involucran otros sistemas, como el nervioso cognitivo: “es que hay dos formas de desarrollar la fuerza, uno desde el punto de vista estructural, por aumento de la masa muscular, y la otra desde lo nervioso, a partir de la interacción que genera desplazarnos, trepar árboles, saltar, jugar. Y es esta última, la del movimiento, es que primero debemos estimular”.
A medida que crece la persona, se puede empezar a trabajar con carga externa. Pero por esto también es que se insiste tanto en la socialización a edades tempranas. “Aquí podemos notar que la fuerza se trabaja siempre y en todos los estadíos del ser humano, pero es una capacidad que puede estimularse externamente, para mejorarla por salud, y/o con fines deportivos, competitivos, etc.” Distinguir el para qué, nos ayudará a evitar lesiones, mejorar nuestra perspectiva y calidad de vida.