Educación en Argentina
La educación argentina sufre una "década perdida": inversión educativa cayó en 21 provincias y los salarios docentes retrocedieron
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Un informe revela que entre 2023 y 2024 el gasto educativo se redujo en términos reales en la mayoría del país. La inversión en 19 provincias está por debajo de los niveles de 2014. Los expertos alertan sobre la "degradación" del sistema y piden acciones urgentes.
El financiamiento educativo en Argentina atraviesa una crisis estructural sin precedentes. Según el informe "Financiamiento provincial: análisis del presente en perspectiva de la última década", elaborado por Argentinos por la Educación, entre 2023 y 2024 el gasto educativo se redujo en términos reales en 21 de las 24 jurisdicciones del país, mientras que 19 provincias se ubicaron por debajo de los niveles de 2014. La investigación, de los analistas Osvaldo Giordano, María Sol Alzú y Martín Nistal, dibuja un panorama alarmante: la educación perdió prioridad presupuestaria en los últimos diez años, con consecuencias directas sobre la calidad del sistema y los salarios de los docentes.
Los números son contundentes. En 22 provincias se recortó el presupuesto educativo en 2024 respecto a 2023, y 22 jurisdicciones también vieron caer los salarios docentes en términos reales en el mismo período. La tendencia se acentuó con la eliminación del Fondo Nacional de Incentivo Docente (FONID), que golpeó directamente las cuentas provinciales. Alrededor del 90% del gasto educativo provincial se destina a salarios, lo que significa que cualquier ajuste presupuestario impacta inmediatamente en el bolsillo de los maestros.
Una década de deterioro
El análisis de largo plazo (2014-2024) revela una pérdida sostenida de prioridad. En 16 provincias cayó la participación del presupuesto educativo dentro del gasto total, lo que demuestra que la educación fue desplazada por otras áreas del gasto público. Solo Chaco, Santiago del Estero y Río Negro muestran salarios docentes superiores en 2025 a los de 2014. En las restantes 21 jurisdicciones, los maestros ganan menos que hace una década.
"Reducción del PBI per cápita, muy alta inflación, nula generación de empleos de calidad, caída de los salarios, aumento de la pobreza son los síntomas de que venemos de una década perdida. También para la educación es una década perdida", advierte Osvaldo Giordano, presidente del IERAL de la Fundación Mediterránea y coautor del estudio. "El sistema educativo viene sufriendo un intenso proceso de degradación. La consecuencia son déficits de formación, especialmente entre los niños y jóvenes que integran los hogares más vulnerables".
Respuestas heterogéneas ante la crisis
El informe destaca que las provincias respondieron de manera dispar ante el ajuste fiscal. Solo Chaco, Neuquén y Santiago del Estero aumentaron el gasto educativo real entre 2023 y 2024, aunque aún así vieron caer los salarios, lo que sugiere que absorbieron parcialmente el impacto del FONID con recursos propios. En 11 jurisdicciones, la inversión educativa se redujo más que los salarios, indicando un recorte adicional en infraestructura, material didáctico o programas.
"El documento muestra cómo en casi la mitad de las provincias la educación fue perdiendo presencia en los últimos años en el sector público provincial", analiza el economista Alejandro Morduchowicz. "Ante la crisis, las respuestas provinciales hacia la educación no son homogéneas. Con lo cual vemos no solo una diferente valoración del sector, sino las dificultades para programar cualquier estrategia de mediano y largo plazo en el país".
Desigualdades regionales
El deterioro afectó a todas las regiones, pero con matices:
Región Pampeana: Todas las provincias registraron caídas del gasto en 2024. Todas tienen salarios docentes por debajo de 2014, aunque Córdoba y Entre Ríos mostraron una leve recuperación entre 2024 y 2025. Ninguna supera los niveles de 2023.
Cuyo: Contracción generalizada del gasto en 2024. San Luis es la excepción, con la proporción más alta de gasto educativo del país (cerca del 30%). En salarios reales, todas las provincias están por debajo de 2014; solo San Juan tuvo una recuperación marginal (+1,6%) en 2025.
Noreste (NEA): Chaco es la única con crecimiento sostenido desde 2020 y los salarios más altos que en 2014. Corrientes, Formosa y Misiones tienen gastos menores que en 2014. Misiones registra entre los salarios docentes más bajos del país.
Noroeste (NOA): Todas las provincias redujeron el gasto en 2024, excepto Santiago del Estero, que también es la única con salarios superiores a 2014. Salta y Santiago del Estero lideran la participación educativa en el gasto (31%).
Patagonia: Neuquén es la única con gasto educativo superior a 2014 y la única que aumentó entre 2023 y 2024. Río Negro, Santa Cruz y Tierra del Fuego tienen los salarios más altos del país. Río Negro fue la única patagónica donde los salarios cayeron entre 2024 y 2025, aunque se mantiene entre las tres provincias con mejores remuneraciones vs. 2014.
Recta final de 2025 y desafíos
Para finales de 2025 se proyecta una recuperación parcial de la inversión en al menos 13 provincias, impulsada por incrementos salariales reales. Sin embargo, 21 provincias aún tienen salarios por debajo de 2023. "Si bien la Ley de Educación Nacional establece que el gasto consolidado en educación debería alcanzar el 6% del PBI, la norma no especifica qué proporción de ese 6% debe ser financiada por cada nivel de gobierno", señala el informe.
Los expertos advierten sobre la falta de información pública transparente que impide monitorear con precisión la evolución del gasto. "La eliminación del FONID y la restricción fiscal persistente refuerzan la necesidad de coordinar y articular esfuerzos entre la administración nacional y las provincias para mejorar la eficiencia de los gastos educativos", enfatiza Javier Curcio, investigador del IIEP-UBA Conicet.
Darío Rossignolo, profesor de la FCE-UBA, resume: "Entre 2014 y 2024, 16 provincias destinaron una porción menor de sus recursos al sector educativo. Los salarios docentes evidenciaron un retroceso en términos reales en la mayoría de las provincias. Ambos efectos evidencian una pérdida de prioridad relativa de la inversión en educación en la última década".

