Hay más personas afectadas por plaguicidas domésticos que por agroquímicos
Victoria.- Las estadísticas disponibles indican que los agroquímicos no representan un problema grave para la salud pública, según el médico Alexis Benatti, especialista en Toxicología y Trabajo, y docente (UNR), quien expuso en el reciente Congreso Nacional de Fitosanitarios realizado en Salta. Las estadísticas del experto podrían irritar a los militantes en contra de las pulverizaciones agrícolas, pero se trata de datos científicos comprobables que también merecen ser conocidos. Benatti habló con Paralelo 32 sobre este tema.
Presentaron un trabajo elaborado por el equipo del Instituto de Toxicología, Asesoramiento y Servicio (TAS) de Rosario, demostrando que no ven reflejado los datos que atribuyen una incidencia importante de afecciones por fitosanitarios.
Reciben alrededor de 5 mil llamadas por casos de intoxicación por año, de estas sólo el 12% fueron por plaguicidas. De ese porcentaje, el 74% (442 casos) fueron afecciones generadas por “domisanitarios” (plaguicidas hogareños) y el 26% restante (180) por agroquímicos. De tal modo, “el 3.12% del total de consultas en el año fueron por productos fitosanitarios y han sido casos leves o moderados”. Detalló asimismo el Dr. Benatti que de los casos vinculados a plaguicidas agrícolas 141 fueron intoxicaciones, principalmente con insecticidas, de los cuales 32 se produjeron accidentalmente, 25 fueron intencionales (intentos de suicidio) y 78 ocupacionales. “Recibimos menos de 20 consultas por glifosato en el año”, agregó, sobre el más cuestionado de los productos.
Aseguró que durante años se produjo un uso masivo de ese plagucida, pero faltó la supervisión de los organismos de control del Estado. “Si hubiera un control más estricto los problemas serían menores”.
Síntomas
Explicó que cuando se hace referencia a plaguicidas, los síntomas que produce una intoxicación pueden ser varios; varían entre problemas respiratorios, gastrointestinales o cutánea, según el tipo de producto. Es muy amplia la gama de afecciones que pueden producir, pero además, cuando aparece un cuadro clínico se debe comprobar si efectivamente fue como consecuencia de exposición a un agroquímico.
Lo más importante cuando una persona se intoxica en forma aguda, es que se debe atender en 24 horas, pero en general se debe a un problema particular, por ejemplo porque manipularon en forma incorrecta un producto, rara vez por exposición.
“Los médicos no tienen formación en agroquímicos y en pueblos agrícolas terminan adjudicándole la responsabilidad de cualquier afección”.
Hay antídotos para la mayoría de los productos de uso agrícola y una gama pequeña no lo tiene, como es el caso de glifosato.
Evaluación
En diálogo con Paralelo 32, Benatti ratificó que la incidencia de productos de uso agrícola tiene una bajo porcentaje dentro de las intoxicaciones, a pesar de todo lo que se publica. Agregó que el Instituto tiene convenios con municipios y la provincia de Santa Fe, disponen de consultorios en distintos hospitales y es muy bajo el nivel de consulta por intoxicaciones por estos productos. Para tener un real dimensión del problema, explicó que toda esta región es esencialmente agrícola, donde se cultivan cientos de miles de hectáreas, si se las compara con las consultas por intoxicaciones causadas por agroquímicos, llegamos a niveles ínfimos.
Cancer
En otro orden comentó que hay mitos que se difunden a través de redes sociales que relacionan al glifosato con el cáncer. Según el profesional, no hay un estudio serio que lo demuestre y la mortalidad de cáncer en el país está dentro de la media.
Sostuvo que la mayor incidencia se da por el uso de productos sanitarios doméstico y el 60 % de las intoxicaciones se producen en forma accidental, especialmente en niños. Agregó que tienen una masiva difusión en distintos medios promoviendo su uso, pero nadie advierte sobre los riesgos
Además, los tumores malignos de la cadena linfática que se atribuyen a herbicidas, se producen en proporciones similares en Tierra del Fuero o Ciudad de Buenos Aires, donde no hay agricultura.