Educación
Hay 73 escuelas rurales cerradas en Entre Ríos
La principal causa es la emigración de familias a pueblos y ciudades • Se reabren cuando aparecen alumnos en la zona.
En Entre Ríos hay 1.024 escuelas primarias, de las cuales 870 son consideradas rurales y la mayoría están ubicadas en poblaciones menores a 2 mil habitantes. Tanto en las escuelas urbanas como en estas escuelas de localidades semirurales, hay una sostenida demanda de aulas y bancos, en una provincia que sigue creciendo demográficamente. Pero hay un fenómeno geográfico y poblacional negativo: la creciente emigración de familias rurales a pueblos y ciudades, buscando mejores oportunidades de trabajo e ingresos, mientras van desapareciendo productores pequeños y minifundistas, en espera de políticas de promoción para esos grupos que nunca llegan.
La emigración rural tiene un efecto particularmente nocivo en las escuelas rurales aisladas, ubicadas en medio del campo, que van quedando sin alumnos. Por falta de inscriptos, en la provincia hay 73 establecimientos rurales cerrados, según un informe que publicó Análisis y replicaron diversos medios de la provincia.
La nota da cuenta del efecto que tiene el fenómeno de generación en generación. En los últimos sesenta años, una escuela rural del departamento Nogoyá pasó de tener más de 140 alumnos, a 90 hace treinta años, y a cuatro ahora.
73 que no llegan a uno
Según indicaron desde el gremio docente Agmer, las escuelas de zonas aisladas poseen entre uno y 12 alumnos. Y ya han cerrado 73 establecimientos educativos rurales, porque no llegan a un alumno.
“Las diferentes políticas agropecuarias, las nuevas maneras de producción y la dificultad de acceso a bienes y servicios, provocó una fuerte emigración del campo a la ciudad”, explicó al respecto la secretaria gremial de AGMER Paraná, Fabiana Cogno al analizar el fenómeno.
Cuando la escuela se cierra, el personal a cargo (generalmente un único docente que hace las veces de director, maestro y maestranza del establecimiento, ya que la mayoría de estas escuelas revista como ‘escuela de personal único’) tiene traslado a otras dependencias educativas del departamento.
Cerrar y volver a abrir
Martín Müller, presidente del Consejo General de Educación, detalló que el número de las 73 escuelas cerradas no es fijo, sino que varía constantemente: “La escuela permanece abierta si hay al menos un solo alumno en la zona. Y si no queda nadie en ese lugar, se hace un trámite administrativo y la escuela se cierra, pero no definitivamente. El edificio queda a cargo del Supervisor”.
El establecimiento vuelve a abrir cuando llega más gente a vivir al lugar y viene con hijos que necesitan ir a la escuela. En ese caso, se hace un trabajo desde la Departamental de Escuelas de la que depende el establecimiento, para activar su reapertura. Este último tiempo se han reabierto establecimientos educativos en zonas de Victoria y Federal. “Pero también se han ido cerrado otras escuelas, ya que es muy dinámico teniendo en cuenta la caída de la población rural”, explicó el funcionario.
Campamentos
Mientras la escuela permanece cerrada, se la puede habilitar como plantas “campamentil” para evitar un mayor deterioro de los edificios escolares cerrados por falta de uso. Esta iniciativa se encuentra bajo la órbita de la Dirección de Educación Física para realizar periódicos campamentos estudiantiles. Desde el CGE aseguran que esta política ‘campamentil’ ha logrado muy buenos resultados ya que se usan habitualmente muchas escuelas rurales que permanecen cerradas por falta de alumnos.