Enoturismo
Emprendimiento familiar desarrollarán un punto de degustación y venta de sus productos
Es la finca que produce el vino casero J/G de Tincho Girbich y Ana Jacobi
Crespo.- La finca vitivinícola de Ana Jacobi y Martín ‘Tincho’ Girbich, recibió un subsidio para realizar inversiones que permitan ampliar su emprendimiento hacia enoturismo, el turismo rural de fincas dedicadas a la vitivinicultura. Ese rubro está en plena expansión en nuestra provincia.
Fondo de desarrollo
El Fondo para el Desarrollo del Enoturismo (FDE) benefició a 115 proyectos en 14 provincias, que accedieron a aportes no reembolsables por un total de 300 millones de pesos. Por Entre Ríos, hubo tres beneficiarios. J/G de Crespo, y otros dos de Lucas González y de Colón. La inscripción para el FDE incluye talleres de capacitación sobre enoturismo. Después, los interesados elaboraron un proyecto, con el apoyo de un tutor. A partir de su propio proyecto, J/G logró recibir el subsidio de hasta 2,4 millones de pesos no reintegrables. La idea es restaurar una pieza en el predio rural para degustaciones y venta de vinos y recibir delegaciones educativas y turísticas. En diálogo con Paralelo 32, Ana Jacobi comentó que este aporte “es para nosotros abrir una puerta al enoturismo y consolidar nuestro emprendimiento”.
El FDE se desarrolla a través de los ministerios nacionales de Economía y de Turismo y Deportes, con la coordinación de la Unidad Ejecutora de Turismo del Vino de la Corporación Vitivinícola Argentina (COVIAR), organismo público-privado integrado por 12 cámaras empresarias y productivas del sector, INTA, Instituto Nacional de Vitivinicultura y gobiernos de las provincias vitivinícolas.
Emprendimiento familiar
El matrimonio Girbich-Jacobi está desarrollando un proyecto vitivinícola con cepas Malbec y Marselán, en media hectárea de un predio familiar heredado por Jacobi, sobre una superficie total de 6 hectáreas, que están ubicadas junto al cementerio de Aldea Jacobi. Por año, con cada vendimia se logra una producción de unas 2 mil botellas de vino tinto. ‘Tincho’ Girbich se encarga de todo lo relacionado con el cultivo y cuidado, a lo largo del año. Desde 2016 están produciendo vino casero, con el rótulo comercial J/G – Juan Girbich, nombre del hijo de la pareja. El producto se expende en comercios de Crespo y en ferias provinciales a las que asisten sus propietarios. El emprendimiento familiar está adheridos a AVER, Asociación de Vitivinicultores de Entre Ríos.
La producción
Jacobi comentó cómo se produce y comercializa su vino casero. “Varios comercios de Crespo confían en nuestros productos, como Clauser, El Galpón, Juanca. Hay una vendimia anual de la que sale la producción que se divide en vinos Marcelán, Malbec y un blend de ambas variedades. El vino se fermenta en la propia levadura de la uva, sin levadura extra. Se cosechan las uvas y la actividad se realiza en un día, con la participación de entre 30 y 50 personas. Participan familiares, amigos, conocidos y hasta personas desconocidas que quieren vivir la experiencia de la vendimia”.
Aclaró que “al tener levadura autóctona no se tiene otro vino similar al que produce nuestra finca”. La producción de cada año se vende ese mismo año. “En febrero se hace la vendimia, el mismo día se hace el despalillado y la molienda de la uva, luego en forma natural se procesa y fermenta la uva. Se decanta la borra y se trasiega periódicamente el vino en formación para quitar la borra que se va depositando. Hacia octubre o noviembre se embotella, encorcha y etiqueta el vino elaborado”, finalizó la entrevistada.
– ¿Se gana dinero con esta actividad?
-- Si uno quiere ganar plata ya, no es un proyecto para meterse. Hay que ‘esperar’ a la planta, unos cuatro o cinco años, hasta que produzca la uva que da el vino que se quiere. Mientras, se van haciendo pruebas piloto con las primeras vendimias. Luego, hay que hacerse conocido. Siempre se dice que ‘uno no es profeta en su pueblo’, pero no fue con nosotros. Estamos agradecidos a Crespo. Más allá, estamos en proceso de abrirnos al mercado. Siempre hay que mejorar. Consideramos que hacemos un vino de calidad, que puede competir con un vino estándar. Para nuestros seres queridos, es un muy buen vino. Todo el trabajo de campo lo realiza Tincho. Siente una verdadera pasión por la vitivinicultura; está pendiente de cada planta, día a día, las 24 horas.