El rol del bioquímico en pandemia y los desafíos de la profesión
Victoria.- El recientemente cumplido Día del Bioquímico reforzó nuestro propósito de dialogar con Martín Pedemonte*, quien hace de nexo en las relaciones del Círculo de profesionales local con el Colegio —donde oficia como administrador el Dr. Hugo Gilli.
Este abordaje toca puntos sensibles en lo que hace al panorama de la profesión y el contexto de pandemia, y lleva claridad a muchas consultas que surgen ante la llamada infoxicación (sobre información sin clasificación) del tema vacunas, desarrollo e investigación.
—Generalmente cuando se habla de salud pública en Victoria, hay críticas y preocupación sostenida ante la falta de infraestructura e inversión en ese sentido. Ante ese panorama, ¿Cómo es ser bioquímico en una ciudad como la nuestra?
— “El servicio de Bioquímica del Hospital ocupa un edificio nuevo, ubicado en el contrafrente. Es un laboratorio automatizado y se efectúan los controles de calidad correspondientes. No han faltado reactivos de uso corriente; tampoco de tests rápidos (inmnocromatografía) para covid-19, a pesar de que se hacen alrededor de 50 determinaciones por día. El personal es idóneo y trabaja adecuadamente. El servicio que se brinda es, a mi entender, adecuado. Sobre todo el que se presta, en éste momento particular, sobre pacientes de guardia y de internación. El personal del hospital hace, creo, su trabajo con dedicación y con la premisa de ayudar al prójimo, en situaciones que son, en general, difíciles, tanto para pacientes como para familiares y profesionales”.
Y con respecto al ejercicio de la bioquímica, añadió: “paralelamente al desarrollo de la informática se produjo la automatización de muchas de las determinaciones bioquímicas. Esto tuvo sus inicios a mediados de los 80′, de modo que lleva años de desarrollo. Hoy día, pocas determinaciones se hacen a mano. Casi todas las tareas están automatizadas y el rol del Bioquímico es —sobre todo en el sector privado— el de hacer extracciones (tarea que puede parecer sencilla a simple vista pero que no lo es cuando se la quiere realizar correctamente) y procesar en equipos automáticos”.
Así, continuó, la automatización ha desplazado gran parte de la tarea artesanal tradicional del Bioquímico, “de modo que el mercado laboral se ha tornado muy restringido y selectivo, experimentando cierta retracción”.
— Si abordamos el tema infraestructura no se puede soslayar el apartado de insumos y el panorama nacional de crisis económica y precios dolarizados. ¿Cómo impacta esto en la provisión y calidad de los insumos?
— “Muchos insumos y equipos tienen algún grado de dolarización en sus precios y ésta es, en general, al tipo de cambio del Banco Nación. Debido a esto, si bien hubo incrementos en los costos, la situación general no difiere mucho de la habitual”.
En tal sentido, sostuvo: “La provisión de insumos se ha visto afectada en algunos casos aislados. También se dan situaciones de merma de personal en los laboratorios de derivación por casos y/o aislamientos por COVID 19, lo cual puede llevar a demoras en las entregas de resultados”.
Por otro lado mencionó que “La situación con las mutuales no reviste particular gravedad. Y se está trabajando con las normas habituales”.
— Profesionalmente, ¿Qué desafíos representó este contexto de pandemia en cuanto a los conocimientos sobre virología, y los métodos y técnicas que se venían implementando para la validación de pruebas diagnósticas?
— “Los métodos usados en el marco de la pandemia son de uso habitual en Bioquímica, de modo que no representan mayores dificultades. El mayor desafío ha sido, creo, la obtención de información dura, esto es, datos certeros provenientes de estudios serios llevados a cabo por profesionales idóneos. De todos modos, la tarea del Bioquímico Clínico es, en rigor, la de emitir un informe con un resultado confiable. Nada menos, nada más”.
— ¿Qué opinión te merecen los testeos rápidos, y el caso de los llamado ‘autogestionados’ que se alientan desde algunos sectores, al tiempo que ponderan su rapidez y practicidad ante el contexto de COVID?
— “La mayoría de los hisopados que se realizan en el hospital se hacen por el método de inmunocromatografía (test rápido). En mi experiencia, el método funciona convenientemente, con los resultados falsos negativos en tasas esperables, contrastados por el método de PCR. De modo que funciona muy bien como método de tamizado. Debe ser realizado por profesionales idóneos, caso contrario podrían producirse errores de interpretación de resultados, situaciones que podrían tener serias derivaciones”.
Vacunación
— Hay un sector de la población que duda en vacunarse y también traslada esa incógnita a las empresas que las fabrican, lo curioso es que sus afirmaciones se basan en conceptos y argumentos que esgrimen desde personalidades respetables no tan conocidas a famosos, pasando por profesionales médicos, hasta activistas de los llamados conspiranoicos, ¿Cuál es su postura desde el rol central en este desarrollo e investigación?; que seguramente se hace con muchos más elementos a la mano.
— “Al humano, en general, le produce angustia no saber. Por eso trata de poner lo que no conoce, del lado de lo conocido. Para lograr esto, y de acuerdo al grado de formación, recurre en algunos casos al método científico y en otros, cuando no tiene a mano las herramientas necesarias para la interpretación de fenómenos complejos, a la mera especulación. El caso del COVID involucra el miedo último, que es el miedo a la muerte, y la incertidumbre que esa situación conlleva es muy fuerte. Es esperable que en esas circunstancias, algunas personas intenten disminuir su grado de angustia creyendo que saben cómo manejar la enfermedad, al menos en parte. Debido a esto surgen, en la población, descubridores de supuestos remedios milagrosos, cuyo uso en algunos casos han provocado fallecimientos.
Respecto de las dudas sobre las vacunas, creo que se deben, en parte, a especulaciones de tipo político, y en repetidas ocasiones, a desconfianza justificada en supuestos elaborados desde el desconocimiento. Cuando esto sucede surgen defensores y detractores de uno y otro lado. Creo que debemos confiar en la medicina tradicional.
Tanto las creencias sobre remedios milagrosos como el descreimiento sobre las vacunas, deberían ser combatidos con información dura, seriamente difundida, proveniente de estudios rigurosos”.
— Muchos jóvenes se preguntan qué estudiar y para qué, entre ambos interrogantes muchos quizás elijan tu profesión, pero ¿Qué te llevó a vos a estudiar esta carrera?
— “La angustia de no saber que mencionaba antes me llevó, de muy chico, a leer mucho y a tratar de entender, todo el tiempo, cómo funciona mi entorno. Lo sigo haciendo. En aquella época pasaban vendedores de libros casa por casa y mis padres compraron una enciclopedia de 4 tomos. Puedo recordar la escena en el patio, de mis padres comprando la enciclopedia. La rigurosidad de los libros va moldeando el pensamiento. Tristemente, los libros, han sido desplazados por otras formas de lectura.
Respecto de mi profesión, probablemente me haya llevado a estudiar Bioquímica la pulsión por ayudar a la gente sumado al gusto por la química y el interés por saber cómo funciona la vida. Hoy día, disfruto mucho del trato con la gente, de su reconocimiento, y de poder colaborar para que tenga una vida más larga y de mejor calidad”.
* Delegado ante el Colegio de Bioquímicos por el departamento Victoria.