Política
El debate del DNU y los destinos de la economía entrerriana
En los últimos días el gobierno de Entre Ríos anunció un hecho, mientras se debatía la Ley Ómnibus en las comisiones del Congreso Nacional, entre otras cosas la quita de las retenciones del 15% que el gobierno libertario quiere imponer a la exportación de las economías regionales, que suman 36. El política e ideológicamente versátil Daniel Scioli, quien sigue como embajador argentino en Brasil, presentó en Paraná al gobernador Frigerio, a directivos del grupo empresario transnacional JBS, el más importante de Brasil y uno de los líderes mundiales en la producción de proteínas.
Vayamos por partes. Mientras frente a estos anuncios sobre eventuales posibilidades unos piensan en mayor oferta de mano de obra, lo que mucha falta hará próximamente cuando aumente la desocupación por razones que no cabe desarrollar aquí, valdría saber qué esperan del gobierno las plantas faenadoras de bovinos y porcinos existentes en nuestra provincia, necesitadas más que nunca de acompañamiento gubernamental, a las que se les aumenta el Derecho de Exportación que las sacará de competencia.
Les toca enterarse que se anuncia la posibilidad de que una filial de JBS se instale en estos pagos para competir en la compra de vacunos y oferta exterior. Difícil saber, por lo pronto, si los brasileños de JBS siguen las alternativas del debate en Buenos Aires, donde está quedando en firme, al menos hasta promediar la presente semana, una retención del 15% a las exportaciones cárnicas. ¿Se habló de eso con Scioli y Frigerio?
Un dato que no se oficializó pero circuló esta semana según La Nación, es que entre los exceptuados de pagar el 15% de retenciones a las regionales, no se contempla cereales, oleaginosas, carne (aviar y vacuna), nutrición animal, pesca e industria de la maquinaria agrícola. Y cuando decimos carne nos estamos refiriendo a la industria más fuerte y mayor exportadora de Entre Ríos después del sector cerealero.
Los entrerrianos querríamos saber, cuando todas estas reformas en debate se trasladen a las cámaras legislativas, con cuánto énfasis o desinterés participaron nuestros legisladores cuando se definió un 15% de Derechos de Exportación, que le quita competitividad en el mercado internacional a la industria avícola argentina, la más importante de Entre Ríos. Sobre ésta ya pesa un 9% y –si no hay cambios- se aplicaría un 6% más. Lo curioso es que este Derecho aduanero no pesa –y en horabuena– sobre los ovoproductos, cuyo origen es, obvia y por lo tanto innegablemente, avícola. Tampoco se entiende bien por qué la avicultura de Entre Ríos no es considerada producción regional.
No obstante tratarse de una producción concentrada territorialmente, dirigentes del Centro de Empresas Procesadoras Avícolas (CEPA), que agrupa a los productores argentinos de carne de aves, al ser atendidos el 17 de enero en la Comisión que discute el tema, no pidieron arancel 0 sino que no se aplique el 6% sobre el 9% existente. Plantearon que sobre las materias primas maíz y soja (90%) pesa un Derecho de Exportación del 12% y 33% que les mejora el costo (para el consumo interno) e impacta favorablemente en el precio de mercado consumidor.
Esa mejora del costo, dicen, es de aproximadamente el 6,5%, que para la exportación, si no fuera neutralizada con el cobro del 9%, reconocen, puede ser considerada un subsidio. Sin embargo la alícuota para la neutralidad debería ser del 8%. “Subir 6% más el DEx –llevándolo al 15%- se convierte en un costo directo o una reducción del precio de exportación que las empresas no pueden soportar, por cuanto (y esto es bien sabido en el mundo de los negocios) en el mercado internacional los negocios se cierran por diferencias del 2 ó 3%”, plantearon.
Veremos cómo se revuelca el toro; el sistema republicano tiene frenos y contrapesos propios de la división de poderes. Ojalá funcionen, sin que eso signifique oposición para que nada cambie o para la defensa de privilegios adquiridos. Y ojalá, de nuevo, nuestros legisladores razonen con la cabeza y no con los glúteos.