Día Mundial del Cerebro
Cuidando nuestra salud cardiovascular
El sistema cardiovascular tiene un papel fundamental en la salud del cerebro. Una oportuna intervención puede prevenir el ACV, la demencia e incluso la enfermedad de Alzheimer.
Cada 22 de julio se celebra el "Día Mundial del Cerebro", una ocasión especial para reflexionar sobre la importancia de este órgano vital que define nuestra identidad y nos permite ser quienes somos. En esta fecha significativa, la Federación Argentina de Cardiología (FAC) invita a la sociedad a tomar conciencia sobre el cuidado del cerebro y la estrecha relación que existe entre su salud y nuestro corazón.
El Dr. Gustavo H. Cerezo (MN 66559), miembro cardiólogo de la FAC, destaca que el cerebro es un cúmulo de neuronas que aprenden y contribuyen a nuestra comprensión del mundo que nos rodea. Sin embargo, a medida que envejecemos, las neuronas se desgastan, y el cerebro puede declinar en sus funciones, afectando nuestra agilidad mental y sumiéndonos en una apacible lentitud.
El ACV (Accidente Cerebrovascular) y la enfermedad de Alzheimer son dos condiciones devastadoras que amenazan la integridad del cerebro. El primero, caracterizado por su súbita aparición y secuelas neurológicas invalidantes; y el segundo, por la pérdida progresiva de la memoria hasta la desaparición de la propia identidad. Ambas enfermedades pueden prevenirse si se preserva la "salud cardiovascular".
El Dr. Augusto Vicario (MN 67075), también cardiólogo miembro de la FAC, advierte que antes de que se manifieste cualquier síntoma evidente de deterioro cerebral, el cerebro sufre en silencio durante años debido a problemas vasculares. Las arterias cerebrales pueden enfermarse, perder su función y obstruirse progresivamente. Sin embargo, una intervención oportuna puede prevenir, retrasar o atenuar las consecuencias del daño vascular del cerebro.
Ambos expertos coinciden en que existen recomendaciones clave para preservar tanto la salud del corazón como la del cerebro:
Controlar la presión arterial: Es fundamental hacerlo al menos dos veces al año, ya que la hipertensión arterial es una enfermedad vascular común que daña tanto al corazón como al cerebro. El diagnóstico temprano y el tratamiento médico son esenciales.
Dejar de fumar: El consumo de tabaco aumenta la rigidez de las arterias y reduce el oxígeno cerebral. Cada cigarrillo que se fuma causa daño.
Controlar el colesterol y la glucosa en sangre: Es necesario realizar exámenes al menos una vez al año para detectar y tratar los niveles elevados de colesterol y azúcar en sangre. El exceso de colesterol se deposita en las arterias y las obstruye, mientras que el azúcar elevado predispone al desarrollo de diabetes y daña las arterias y el cerebro.
Cuidar el peso y mantener una dieta saludable: Una alimentación equilibrada y adecuada contribuye al bienestar general, incluida la salud cerebral.
Realizar actividad física regularmente: El ejercicio mejora la circulación cerebral y caminar 10.000 pasos al día puede disminuir el riesgo de padecer demencia.
Estimular el cerebro: Leer mucho y mantener una interacción social significativa con otras personas, familiares y amigos, son actividades que benefician la salud cerebral.
La FAC subraya que cuidar el corazón es sinónimo de cuidar el cerebro. Estas recomendaciones son aplicables en todas las etapas de la vida y, cuanto antes se implementen, mejor se podrá preservar la salud cerebral a lo largo del tiempo. Con un enfoque en la prevención y el cuidado integral de nuestro bienestar, podemos proteger el órgano que nos permite ser quienes somos y disfrutar de una vida plena y saludable. En este "Día Mundial del Cerebro", tomemos conciencia y asumamos el compromiso de cuidar y proteger nuestro cerebro y corazón, dos tesoros invaluables que definen nuestra existencia.