Crespo recupera un espacio cultural donde las noches se vuelven canción
Crespo.- La noche del viernes 31 de marzo marco el regreso del Centro Cultural El Sueñero, en un nuevo espacio, que si bien ya había sigo inaugurado, las restricciones por la pandemia de Covid habían dejado inconclusa su continuidad. En calle Ramírez 877 de la ciudad de Crespo, fue el primer encuentro de este año, donde con una clase abierta de danzas tradicionales todo comenzó a rodar nuevamente.
Esta primera velada consistía también en encender el primer ‘Fogón de la Amistad’ con el primer guitarreado participativo, donde los músicos Hernán y Ariel Brambilla, Waldemar Kloster animaron al público asistente a cantar varias obras del repertorio popular de nuestro folclore. Hasta hubo un fuera de programa con la participación del querido acordeonista local ‘Negro’ Gottig. Demás está decir que la buena gastronomía acompaño la noche peñera con muy buen gusto casero. Las empanadas merecerían una crónica aparte. En tanto el cierre de la noche llegó con la actuación Cantares de Mi Entre Ríos con un exquisito repertorio de chamarras, que pintaron montes, lagunas y arroyos en la noche del viernes. Cabe destacar que cada interpretación del grupo folclórico, lleva una previa argumentación por parte de Nicolás Izaguirre, guitarrista y cantante, que hace que las canciones calen más profundo en los espectadores.
Una vez más la iniciativa de los gestores cultures, en este caso La Agrupación Lazos de Amistad, abre y crea lugares genuinos donde los artista locales y regionales pueden encontrarse con su público. “Sueñero, sobre un papel en blanco, Sueñero centinela de mi alma…” vamos que el fogón se encendió.