Sociedad
Cielo nublado con algunos truenos

** Hola. Acá, junto al ventanal de siempre, con los postigones abiertos como siempre, solo que hoy todos los pájaros se ven grises como el cielo mismo y el clima nos quitó la oportunidad de quejarnos por ‘la calor’, pero amaremos el frescor otoñal cuando nos lleguen un poco más aliviadas las facturas de Enersa, aunque después nos atropellen las del gas.
No hay problemas con eso de todos modos, el secreto de no padecer consiste en tener siempre a mano un consuelo de zonzo, por ejemplo, un peor le va a la pobre gente de Bahía Blanca. Y como buenos optimistas, consolarnos con que aún las catástrofes tremendas como esa tienen un costado luminoso, que en este caso es la conmovedora solidaridad de miles y miles de argentinos.
** La circunstancia catastrófica forzó al gobierno a demostrar lo contrario a las convicciones del presidente anarcolibertario: Sin Estado no hay república. Dos ministros se hicieron presentes en Bahía Blanca para coordinar todas las fuerzas militares y de seguridad, puestas a disposición y todos los recursos, el envío de hospitales de emergencia y tantas cosas más en auxilio de los inundados. Luego la presencia del presidente de la Nación y su promesa de 200 mil millones de pesos para comenzar la reparación de daños. ¿Seguirá pensando Milei que hay que destruir y hacer desaparecer el Estado? Seguro que ya no. Lo más apropiado sería desparasitarlo, desinfectarlo, desburocratizarlo, descurrarlo y ceñirlo a sus funciones específicas de salud, educación y seguridad, que funcionó muy bien en Bahía.