El borrador de la historia
132 años de la llegada de las Hermanas Franciscanas de Gante a la Argentina
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Este 2 de agosto se conmemora un nuevo aniversario del arribo de las primeras seis religiosas a Villa Urquiza, marcando el inicio de una misión educativa, espiritual y social que dejó huella en todo el país.
Hace exactamente 132 años, un 2 de agosto de 1892, seis mujeres valientes, guiadas por la fe y el deseo de servir, llegaron desde Bélgica a tierras entrerrianas. Eran las primeras Hermanas Franciscanas de Gante, quienes, junto al monseñor Teófilo Van Damme, dieron inicio a una obra trascendental en la historia educativa y social de la Argentina.
La congregación, nacida en 1715 en Bélgica, eligió como punto de partida en nuestro país la localidad de Villa Urquiza, donde muy pronto pusieron en marcha el Asilo La Providencia, espacio destinado a brindar formación, contención y afecto a niños en situación de vulnerabilidad.
El impulso del padre Van Damme y la entrega de las hermanas no tardaron en expandirse. En 1902, la congregación adquiere el antiguo Observatorio Astronómico de Sixto Perini en la ciudad de Paraná, donde fundan el Instituto Cristo Redentor, hoy uno de los pilares de la educación privada de la capital entrerriana.
“Sembraron capacitación y valores, y cuando tuvieron las manos llenas con la cosecha, la entregaron”, expresó Cristina Saluzzi, exalumna del Cristo Redentor, sintetizando el espíritu de aquella obra fundacional.
La influencia de las Hermanas Franciscanas no se detuvo allí. Su presencia se multiplicó en diversas localidades de Entre Ríos como Villaguay, Chajarí, Urdinarrain, Caseros, Larroque, y más allá de la provincia en Paso de los Libres, Bella Vista, Quitilipi, Buenos Aires y Santiago de Chile. En cada rincón, dejaron una huella indeleble, perfumada por su espíritu misionero y vocación de servicio.
El escritor y ex secretario de Cultura de Entre Ríos, Roberto Romani, recordó en esta fecha su formación cristiana y educativa en el Instituto Nuestra Señora del Perpetuo Socorro de Larroque, expresando:
“En nombre de multitudes bendecidas con la gracia plena de aquellas mujeres extraordinarias, repaso sus nombres, valoro sus gestas y elevo una oración diaria a los cielos, agradeciéndoles el fuego poderoso que nos abriga para siempre”.
A 132 años de su llegada, el legado de las Hermanas Franciscanas de Gante sigue vivo en cada aula, en cada gesto de fe y en cada comunidad que aún se nutre de su enseñanza y entrega.