Yemen, la guerra olvidada
Mientras los medios que nos interpretan el mundo enfocan sus lentes en la guerra en Ucrania, en la invisibilizada Yemen, en el extremo izquierdo del mapa de la península arábiga, se desarrolla una guerra letalmente olvidada.
Desde marzo de 2015, como parte de los interminables conflictos de Medio Oriente, comenzó el ataque de Arabia Saudita y sus aliados contra el gobierno yemení, que se había vuelto muy proiraní. Irán es el enemigo mortal de la monarquía saudí.
Desde entonces, al subdesarrollo de Yemen se suma una geografía de muerte y hambre: según estimaciones de Naciones Unidas, el número de niños menores de cinco años con desnutrición ronda los 2,2 millones.
No hay corresponsales extranjeros en los puestos donde millones de desplazados yemeníes hacen cola para huir hacia cualquier parte. Pero, como en el conflicto entre los primos eslavos Ucrania y Rusia, en Yemen otra danza de millones está en juego: la industria militar.
Según datos oficiales obtenidos por el medio español ‘Público’, desde el inicio de los ataques saudíes en 2015 la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) ha aportado nueve millones de euros en ayuda humanitaria a Yemen.
En ese mismo periodo, la industria armamentística española realizó negocios millonarios con Arabia Saudí y los restantes países de la coalición militar: más de 2.700 millones de euros.
Lo de España es un anecdótico botón de muestra. Otros países también hacen negocios contra Yemen. Y ‘Público’ no está impedido de informar con objetividad y datos duros, porque a diferencia de las bombas que caen en Ucrania, la de Yemen es una guerra “olvidada” para quienes deciden qué deben saber los ciudadanos de a pie de este planeta.