Sociedad
Victorienses en la Banda de Policía de Entre Ríos
Hubo una época en que la mitad de los músicos de la Banda de la Policía de Entre Ríos era de Victoria, la razón era la formación ejemplar que en nuestra ciudad aportan la banda Sebastián Ingrao como así también la Escuela de Música Justo José de Urquiza. No es casualidad tampoco que los últimos directores, incluido el actual, provengan de las Siete Colinas.
Paralelo 32 tuvo oportunidad de dialogar con el oficial Ayudante Camilo Medrano (35), integrante de los vientos que dispone la Banda de la Policía de Entre Ríos, egresado de la tecnicatura en Clarinete de la escuela de Música, quien nos habló de esta particularidad que se daba principalmente en las décadas del ’70 y ’80. Con el tiempo, ha cambiado la dinámica, “ya no vienen— hecho que también se daba con regularidad— los directores de formaciones civiles y militares de todo el país a buscar músicos a Victoria, somos nosotros los que debemos ir a probar suerte, con todo lo que implica el desarraigo”.
En su caso, hace trece años que integra la Banda provincial y como destino único Paraná, “pero vivo en la ciudad hasta tanto mis dos hijos crezcan, quizás cuando deban optar por una formación universitaria nos establezcamos definitivamente, pero hoy priorizo la tranquilidad de mi pueblo, cuestión que se valora cuando uno pasa todo el año viajando por la provincia, ya que estamos sujetos al servicio por protocolo de Gobernación, pedidos de presentación en municipios, dentro y fuera de la provincia, además de las prácticas de desfile para los distintos institutos de formación de Suboficiales (Rosario del Tala, Villaguay) y Oficiales (Paraná)”.
Sea feriado, fines de semana, o 24 de diciembre, además de los ensayos y turnos policiales —administrativos— que cumplen en el edificio propio de la Banda en calle Carbó, la vorágine exige. Camilo advierte que “no es fácil permanecer, hay excelentes músicos que se fueron de baja por este trajín de las presentaciones”.
“Estudié en la Banda de Música de Victoria y luego integré las retretas como jornalizado, pasados diez años no llegaba el nombramiento y decidí intentar ingresar a la banda policial, luego de una prueba en el ejército” comenta Camilo y reconoce que además de viajar semanalmente a Paraná para ensayar, permanecer allí por varios días y/o salir con destino a alguna localidad entrerriana, hay que estudiar a diario.
—Pero ¿cómo nació esta afición por la música?
—“Mi mamá trabajaba de empleada doméstica en la casa de ‘Licha’ Primo que durante muchos años fue la responsable de la Escuela de Música, y ella fue la que me anotó ‘de prepo’ para que estudiara. A mí me gustaba el básquet y jugaba también al fútbol en 25 de Mayo, nada más alejado de ese mundo. Mi papá, que toca la guitarra me había intentado enseñar, pero no se me pasaba por la cabeza dedicar la mayor parte del tiempo a ser músico. Eso cambió rotundamente, no solamente descubrí una pasión, sino que tengo el privilegio de vivir de lo que me gusta”.
Durante años los músicos de la Banda de la Policía ingresaban como agentes, pero con la dirección del Comisario Mayor Jorge Martínez (actual director, oriundo de Las Cuevas, que hizo el internado en la Banda de Victoria) se logró que el Ministerio de Gobierno y Justicia permita que los integrantes pudieran aspirar al cargo de oficial ayudante, por concurso. Camilo fue uno de los que rindió en noviembre de 2022 logrando un lugar entre los que pasaron el examen. “Esto fue gracias también a la formación musical que me dio la escuela de Victoria, de la que siempre estaré agradecido”.
Nuestro interlocutor menciona que no son pocos los que le “esquivan a la posibilidad de ser músico y policía a la vez, portar un uniforme y lo que implica este régimen”, también hay quienes optar por aspirar a la sinfónica en alguna orquesta de cámara, como la del Teatro Colón, “viajando con la Banda de la Policía he conocido un gran número de victorienses que están desperdigados por el país, otro valor más para ponderar cómo se enseña en esta ciudad y las posibilidades musicales/laborales que aporta la formación”.
Actualmente hay cuatro integrantes en la Banda de la Policía de la Provincia de Entre Ríos, además del director Martínez y el clarinetista Medrano están Marcelo Galloli (hijo del ex director de la Banda Ingrao), y el suboficial Santiago Storich, con 23 años dentro de la Banda. Martínez y Galloli tienen los años de servicio como para acceder a la jubilación, hecho que de producirse dejaría a Medrano y Storich como los dos únicos exponentes de la ciudad, salvo que se abran nuevos concursos y acceda otro copoblano. Medrano recuerda que hace menos de un lustro cuando se jubiló Gustavo Palavecino (dueño de la Ferretería El Molino), éste victoriense tampoco cambió su lugar de residencia por Paraná, al punto que viajaban juntos, “salió a concurso su lugar en la Tuba, se presentaron varios músicos y lo ganó un tubista santafesino”.