Una fecha que involucra a muchos más de los que se apropian de ella
Una pregunta que no nos hacemos con demasiada frecuencia remite a quiénes deberían sentirse homenajeados en cada 1º de mayo, Día de las y los trabajadores –que debería identificarse como Día del Trabajo para ser más inclusivo–, que parece haber sido ganado en el tiempo por el mito del asalariado formal privado como representativo de la fuerza laboral.
Según el CIPPEC, en Argentina la población económicamente activa representa aproximadamente el 45% del total, estimándose que el 70% son asalariados y, entre ellos, casi el 33% son informales. Por su parte, entre el casi 30% de ocupados no asalariados, casi el 90% son cuentapropistas y menos del 9% se desempeñan como patrones (EPH-INDEC, 2021). Estos porcentajes también esconden grandes diferencias por género, edad, y sector de la actividad. “El trabajador asalariado tipo es sólo la punta del iceberg de un mercado laboral muy complejo y heterogéneo”, expresa ese organismo independiente y apartidario.
En nuestro país el concepto “trabajador/a” y particularmente el Día de su celebración, parece haber sido cooptado por un pensamiento político que se apropió de una fecha que pertenece legítimamente a toda persona que percibe dinero a cambio de un trabajo honesto. En cada acto masivo se alzan banderas sindicales y partidarias con alocuciones que indudablemente no son compartidas por la totalidad de los argentinos que ocupan sus días en ganarse el pan con el esfuerzo propio, que no aceptan esa ajenidad que se les impone en actos celebratorios e incluso en comentarios y notas periodísticas.
En un país con alto nivel de informalidad, si analizamos el segmento de asalariados, y un buen nivel de cuentapropistas, que la reman cada día sin derechos adquiridos (como las vacaciones pagas, seguros, acceso a la salud privada, aportes previsionales), patrones que también trabajan y proveen empleo, y mujeres que asumen cada día el duro trabajo del hogar sin remuneración establecida, es oportuno hacer otras consideraciones. El concepto trabajador o trabajadora no debería ser sinónimo de agremiado o sindicalizado sino más inclusivo en términos de ser tenidos en cuenta todos los aquí mencionados, y los olvidados. Para todos ellos nuestro mejor deseo de un feliz Día del Trabajo.