Un repaso a 4 mil años de control de precios
Los que pudieron leer mi artículo de la semana pasada sabrán que había alternativas para iniciar la “guerra” a la inflación. Era muy importante el diagnóstico y es por eso que desde el gobierno identificaron que el problema de la inflación es culpa de “el otro”. También mencioné cuales serías los posibles instrumentos para utilizar en virtud del ese diagnóstico. Por supuesto que traté de intuir cuales serían esas herramientas -no soy Nostradamus- pero, aunque usted no lo crea, esas medidas parecen haber sido copiadas del artículo.
A comienzos del Siglo XX había un gran especulador (W.D. Gann) con un extraordinario don para predecir el devenir financiero y que siempre decía que predecir el futuro no es tan complicado, sino que solo es necesario mirar los comportamientos del pasado que en forma de patrones tienden a repetirse cíclicamente. Es decir que, si se conoce lo que ha acontecido en el pasado, se podría llegar a predecir lo que podría ocurrir en el futuro.
Ahora bien, una de las herramientas principales que se utilizarán en esta ‘guerra’ contra la inflación es el control de precios. Pues bien, resulta ser que unos autores (Schuettinger y Butler) se pusieron a estudiar los controles de precios en la historia de la humanidad y publicaron en el año 1979 –época en la que Estados Unidos tenía un problema inflacionario grave y todas las encuestas mostraban que la mayoría de los norteamericanos consideraban que era el problema más grave que tenía el país en ese momento– un libro documentando todo esta situación. Lo titularon “Cuarenta siglos de controles de precios y salarios” y con el subtítulo de “Cómo no combatir la inflación”. Para llegar a esa conclusión -que fuera plasmada en el título del libro- los autores investigaron 100 casos en 30 países a lo largo de 4000 años. Este es un trabajo bastante conocido, por lo que quienes piensan que los controles de precios son la solución, o bien no conocen dicho trabajo o bien piensan que es un trabajo que es mentiroso, que está equivocado y que sí existen casos exitosos de controles de precios.
En la historia, incluso se ha llegado a extremos en que cuando un comerciante aumentaba los precios de los artículos que vendía, era asesinado inmediatamente como castigo. Eso es lo que ocurrió justamente (ya lo he mencionado en un artículo de hace un tiempo) en la época del emperador Diocleciano, quien redactó el “edicto de los precios de ventas” (Edictum De Prettis Rerum Venalium). Es decir que ni aún con la pena de muerte se logró controlar el incremento de precios. Sin embargo, hay que destacar que los mismos autores aclaran en el prólogo que en algunos casos la política de control sí funcionó, pero lo hizo por un breve período de tiempo y que en ningún caso solucionó el problema de la inflación. En términos médicos diríamos que solo bajó la fiebre, pero no se curó la enfermedad. Tal vez si el diagnóstico se hiciera correctamente, hay chances de poder controlar la inflación (lo cuál es terriblemente doloroso en términos económicos y por eso nadie quiere hacerlo) pero eso implicaría asumir responsabilidades y entender que la culpa no siempre es solo de “el otro”.