Un Pesebre Viviente sin concurrencia masiva pero un éxito en su esencia
Victoria.- Ya es tradición dentro de la última semana del año, el Pesebre Viviente representado en la Colina de la Virgen de Fátima, en esta oportunidad el buen clima acompañó para que se pueda llevar adelante sin contratiempos.
Desde la organización, Carina Balcaldi hizo un balance de lo ocurrido en la víspera de la Nochebuena, en la que pudieron desarrollar esa recreación del nacimiento de Jesús, aunque aclaró que “no se trata de una obra de teatro”, recuperando el simbolismo espiritual que tiene para la iglesia católica este acontecimiento.
La afluencia de público no fue la esperada, hecho que Balcaldi lo atribuye a que esa colina ha quedado en medio de un sector cada vez más urbanizado en el que otros atractivos captan la atención del público local y foráneo. Incluso mencionó que podrían rever otro emplazamiento donde el contexto colabore con el mensaje que se intenta transmitir. De igual manera, la entrevistada precisó: “Podemos considerarlo un éxito si lo vemos desde el punto de vista religioso, y en nuestro caso reconforta esa sensación de un proyecto que se cumple y nos impulsa a más”.
Este 2021 el tema en el que se hizo hincapié desde el grupo organizador fue la esperanza, “teniendo en cuenta que este ha sido un año particularmente doloroso ante las pérdidas que debimos sobrellevar en la sociedad, allegados y de gente muy querida. Si bien nos atenemos a las lecturas bíblicas, todo está basado en un guion (a cargo de Carina) que tiene un hilo conductor, atendiendo a los tiempos que estamos transitando”.
No hubo referencias explícitas a la Pandemia por Covid 19 en esos términos, pero Carina precisó que al comienzo del guion la mención de los “Tiempos difíciles es en alusión a este complejo fenómeno sanitario mundial que nos ha cercenado la posibilidad de la cercanía, donde el nacimiento de Jesús es esa nueva oportunidad de empezar, para creer y tener esa esperanza de la que hablamos”.
Quienes pudieron ver la recreación habrán notado cambios en la escenografía, si bien se usó el pie de la colina como epicentro, “además, tratamos de ser más escuetos en la duración de la representación, y hubo cambio en las canciones también”.
Carina dijo que el grupo de trabajo es reducido en número, dado que es un momento del año donde las ocupaciones en general no permiten enfocarse de lleno en una actividad de esta magnitud, “Y se nos hacía difícil reunirnos, por ejemplo, ante lo cual nos centramos en los ensayos de las últimas dos semanas, si bien habíamos empezado con la planificación en noviembre luego de la autorización del evento”.
Añadió que en 2020 no se pudo llevar a cabo el pesebre en la colina, pero se dio la alternativa itinerante, “que estuvo buenísimo porque pudimos ir a los barrios, brindándonos la posibilidad de llegar a la gente que no se acerca a la colina”. Sobre el final, remarcó que si bien hay actores, montaje de sonido (a cargo de Daniel Algarañá), musicalización, escenografía y demás detalles de puesta en escena, “no se trata de una obra de teatro, sino de la representación de Jesús, que para los cristianos es nuestro salvador. Además, es una oportunidad que nos reconforta por el trabajo de personas como Patricia Gareis, Julio González (Puesta en escena), Marisa González (Vestuario), integrantes de la Agrupación Cultural Victoria (ACV), además de aquellos fieles que acompañaron en otras interpretaciones desde Parroquia San Roque; y por supuesto a todos los colaboradores, músicos, cantantes, locutores, entre otros que hicieron posible esta edición 2021”.