Como capellán
Un nogoyaense forma parte de la tripulación del Irizar
Nogoyá.- Cuando la mayoría de los habitantes de este suelo pensó en celebrar la llegada del nuevo año con sus seres queridos, hubo 300 argentinos que experimentaron el arribo del 2024 a bordo del rompehielos ARA Almirante Irizar rumbo a la Antártida Argentina.
Entre soldados, marines, técnicos y autoridades militares se encuentra el sacerdote nogoyaense Gabriel Horacio Muñoz.
La misión del religioso trascendió mediante la agencia Télam, a quien contó que está en el buque por obra de la divina providencia rumbo a un lugar especial.
Fue entrevistado en la noche del 31 de diciembre cuando la embarcación se acercó a territorio argentino para que la tripulación acceda a la señal de telefonía celular y pueda estar en contacto con sus familiares.
Nacido en Nogoyá, Entre Ríos, Muñoz pertenece al obispado castrense de la diócesis argentina, es sacerdote incardinado en la diócesis militar y está destinado como capellán castrense en la Dirección de Arsenales en Boulogne.
En el buque, el padre cuenta con una sala capilla donde prima la figura tallada en madera de la virgen Stella Maris, de la que se destaca una estrella en su cabeza, y que para los marineros es el faro que los guiaba a buen puerto, contó a Télam previo a la misa en el puente de observación.
En su capilla de campaña, con un reducido espacio litúrgico, ofrece misa todos los días, realiza bendiciones de los lugares de trabajo, de las herramientas, reza y ayuda a rezar a quien lo necesite.
“Ir a la Antártida para mí es un regalo de Dios, una bendición muy grande que me sirve en lo espiritual, por esta gracia de poder ejercer este servicio religioso a quienes están colaborando con nuestra Patria, uno está haciendo soberanía, es parte de nuestro territorio”, destacó.