Un curioso accidente urbano ocurrió a la medianoche
Crespo.- En un caso muy particular, curioso, han tenido que intervenir en el primer minuto de este martes 7 de marzo, la Policía y los Bomberos, quienes fueron requeridos por vecinos de calle Los Reseros y Berutti, al sudeste de la ciudad, porque en el lugar había un automóvil Megane debajo del cual se hallaba un hombre apretado y pidiendo auxilio. El motor, en primera instancia estaba en marcha, pero al llegar los efectivos ya había sido parado por los primeros vecinos que se acercaron a socorrer al hombre debajo del automóvil que estaba semi atravesado en calle Berutti al llegar a Los Reseros.
Los vecinos dieron cuenta a la policía que habían escuchado gritos pero son comunes en la calle, por lo que no se apresuraron a salir. Poco más tarde se congregó el barrio en torno al vehículo Mengane con algunos años de uso, patente FZP 473, que ya se hallaba con las luces apagadas y sin encendido. Un hombre cuya edad podría estimarse en poco más de 30 años fue rescatado de abajo, ya que por su contextura física estaba muy apretado y tenía comprometido el torax, siendo trasladado en una ambulancia a un nosocomio local.
Un par de vecinos dijeron a Paralelo 32 que media hora antes, a eso de las 23:30, vieron estacionado ese vehículo de color gris a unos 50 metros de allí y junto a él se encontraba un hombre hablando por teléfono. Más tarde una mujer se acercó al jefe de la Comisaría Crespo para decirle que vio a ese vehículo rondando por el barrio alrededor de las 20:00 y que los ocupantes eran dos, uno de ellos usaba gorra. La ocasional testigo estaba muy segura de lo que había visto, pero en el momento de intervenir personas y bomberos para auxiliar al herido, ya no había una segunda persona con él.
En el baúl, una rápida inspección hecha por la policía dejó ver que llevaban, entre otros elementos menores, una soldadora eléctrica portátil.
Por hallarse el herido en condiciones de hablar, seguramente relatará hoy por la mañana cómo fue a quedar bajo su automóvil en un escenario que no ofrecía elementos para hacer conjeturas sobre lo sucedido. Muchos de los presentes intentaron infructuosamente teorías sobre cómo pudo haber pasado. Pero queda una incógnita más; qué hacían a esa hora rondando el barrio.