Economía y sociedad
¿Todo se soluciona bajando el gasto público? ¡…mmm!
Ya estamos en campaña electoral y, como usted recordará, dije que habrá algunas mentirillas por parte de los candidatos. Lo que vamos a escuchar de ellos será precisamente lo que queremos escuchar, porque para eso se hacen encuestas. Se le consulta a la gente lo que más le preocupa o interesa y luego las plataformas políticas contemplan eso que usted dijo que quería que el candidato haga. Es decir, si después de una consulta el candidato descubre que lo que usted más desea es que le arreglen la calle o, aunque más no sea se la barran, lo más probable es que el candidato lo incluya en su discurso. Si los ciudadanos reclaman más trabajo, entonces les dirá que va a traer empresas para que inviertan y generen fuentes de empleo.
Las promesas de campaña no siempre se cumplen, pero sirven para seducir al posible votante. Son cosas lógicas de las campañas proselitistas, difícilmente alguien votaría al candidato que le prometiera que toda su familia y amigos (de él, por supuesto) después del triunfo van a trabajar en el Estado y usted va a tener que pagarles los sueldos con sus impuestos.
Algunos candidatos nacionales están prometiendo bajar el gasto público y como consecuencia bajar la inflación, generar crecimiento, y de esa manera todos viviremos felices y despreocupados. Si eso fuera tan sencillo y sin consecuencias, ¿no cree que ya lo habría hecho otro? Es decir, prometen algo, pero no mencionan cómo lo harán (por no saberlo o porque no quieren que usted se entere).
Analicemos un poco. La inflación tiene por causa la emisión de dinero, que a su vez es necesario para pagar el déficit fiscal que se genera cuando se gasta más de lo que ingresa. Una de las opciones podría ser incrementar los ingresos (por ejemplo, más impuestos) y la otra bajar el gasto. Muchos políticos, para evitar ciertas decisiones duras, dicen que los ingresos mejorarían si se diera un proceso de crecimiento económico. Claro que para eso, primero deberían darse las condiciones macroeconómicas propicias, las cuales no están dadas porque los impuestos ya tienen niveles récord.
La otra es bajar el gasto público, pero siempre manteniendo el mismo nivel de ingresos, es decir no bajar los impuestos. Dicho de esta manera, como un candidato lo ha mencionado (el actual jefe de gobierno de CABA) pareciera que es sencillo, y eso sería claramente así si las variables fueran independientes, es decir si el gasto e ingreso fueran independientes, lo cual es una falacia. Reducir el actual gasto sin otras medidas (tenga en cuenta que mayormente son sueldos y subsidios) generaría una recesión que a su vez tendría como consecuencia una caída en los ingresos, volviendo de esa manera a la misma situación anterior que se pretendía corregir, pero ahora con el agravante de una recesión, lo que generaría una situación prácticamente insostenible. Claro que, como mencioné, son sólo promesas que los candidatos hacen para conformar a sus votantes.
Asesor Financiero Certificado (AFC) Instituto Español de Analistas Financieros zorzabal@gmail.com