“Siervas”, las monjas rockeras que arrasan en Youtube
Su primer videoclip, “Confía en Dios”, acumuló más de 1,9 millones de visitas en Youtube y el último, “Hoy despierto”, ya supera los 2 millones de visualizaciones. Son “Siervas”, el grupo de monjas rockeras que hizo bailar a miles de peregrinos durante la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ).
“Pertenecemos a una congregación en la que la música siempre ha estado muy presente, pero en 2014 coincidimos en esta misión varias hermanas con inquietudes musicales y decidimos formar el grupo”, cuenta en una conversación telefónica con la agencia Efe la hermana Dayana Cobos, originaria de Ecuador y una de las vocalistas de la banda.
Monjas del siglo XXI
Estas nueve religiosas, que se definen como “monjas del siglo XXI”, defienden el poder evangelizador de la música y confían en recuperar a los jóvenes que están abandonando la fe católica con ritmos “modernos” y una presencia muy activa en las redes sociales.
Sus canciones están disponibles en Spotify, iTunes y Youtube y actualizan casi a diario sus perfiles en Instagram, Facebook y Twitter, donde acumulan cerca de 200.000 seguidores.
Pertenecientes a la congregación Las Siervas del Plan de Dios, radicada en Perú, ya han grabado una treintena de temas, han dado conciertos por todo el continente y se han ganado el apelativo de las “Sister Act latinas”.
Tocan desde rock a latin pop y “en ocasiones baladas” y fusionan instrumentos clásicos y modernos. “Yo, por ejemplo, toco el violín, pero también hay una hermana que toca la batería y otra la guitarra eléctrica”, explica la hermana Arisa Cárdenas, de Japón.
Las canciones, apunta la religiosa, hablan de las experiencias que han vivido en las distintas obras sociales de la congregación, lanzan “mensajes de ilusión” y “cuentan historias de pequeños héroes”.
“No nos dirigimos solo a las personas que creen en Dios. Hoy en día en el mundo hay una necesidad muy grande de amor, de esperanza, de alegría”, agrega la hermana Ivonne.
Responder a los cambios
“Como dice el papa Francisco, queremos llegar a todas las periferias, es decir, aquellos lugares alejados de Dios, a los que a veces no se puede llegar solo con la palabra”, cuenta Dayana.
“Las sociedades han avanzado y se necesita responder a esos cambios”, añade la hermana Arisa.
No cobran por sus conciertos, solo reciben de vez en cuando donaciones que invierten en la obras sociales de la congregación, y se suben al escenario con el hábito religioso al completo: “No seríamos las mismas sin el hábito”, reconoce entre risas la guitarrista.