Si vas a Catar tenés que acatar
** No vaya a creer que la totalidad de los argentinos quiere que la Selección llegue a los cuartos de final y hasta nos haga pasar el mal rato de jugar la final el 18 de diciembre. Hay quien no ve la hora de que el equipo quede out cuanto antes, para que esta distracción se termine y los argentos volvamos a prestarles atención a los problemas centrales y excluyentes del país, como encontrar un copito que acuse a Niki Caputo de haberles comprado toda la producción de una mañana a condición de que disparen sobre la vicepresidente; o la prioridad de rajar a los fiscales acusadores y diluirles el poder a los gorilas de la Suprema Corte influidos por La Nación +, metiéndoles veinte jueces militantes concientizados por C5N.
** En esa dirección, en el primer partido contra Arabia Saudita nuestros muchachos entendieron el mensaje y colaboraron muy bien. Los saudíes jugaron al “orsay” y los nuestros se comieron el amague. Por supuesto que hay otras teorías; están los que culpan a la inflación por ese resultado, asegurando que 5 goles argentinos en Catar valen uno solo.
Tendrán que pensarlo mejor, porque acá en el país despertaron algunas broncas. Ahí los tenés a los piqueteros, furiosos porque los hicieron madrugar y al final ¿sacrificio para qué?
** Y está Alberto, que les prende velas a los santos para que siga el baile en Catar, para poder salir tranquilo al balcón a tomar aire y soñar. Por lo menos en los días y horarios en que juega Argentina las palomas vuelven a Plaza de Mayo, libre de esa pesadilla de miles de carpas, excrementos y miasmas que se recogen en latas de veinte litros.
Hay que entender también que es muy complicada la situación de nuestra Selección Nacional. Saben que deben ganar con lo justo y eso puede salir mal. Porque, viste como es la gente, si ganan “por afano” ya van a salir en todo el mundo diciendo: ¡cómo se les nota que son argentinos!
La víctima le dicta sentencia al chorro
** Es complicado eso de vivir siempre a la defensiva como si los únicos choros del mundo estuvieran bajo nuestra bandera. Los hay de todas las nacionalidades, religiones y partidos políticos ¿no es cierto? Y si no, veamos en Catar (sí, está bien escribirlo con C o con Q), donde a la Domi Metzger, enviada de TN, le pelaron la billetera y probablemente no fue un argentino, porque no subió su hazaña a Facebook.
** Su desagradable experiencia terminó siendo interesante. Mientras en el área de mujeres de la policía le tomaban la declaración, le preguntaron: “¿qué querés que haga la justicia cuando lo encuentren? Porque nosotros lo vamos a encontrar, tenemos cámaras de altísima tecnología y lo vamos a encontrar; ¿que lo condene a 5 años de cárcel, que lo deportemos…?’ Metzger respondió que no quería esa responsabilidad sino que simplemente deseaba recuperar sus pertenencias.
** Si te preguntaron ¿querés que le demos cana por 5 años ‘o que lo deportemos’?, es porque están ciento por ciento seguros de que Afanancio es extranjero, o porque van a manotear al primer paquistaní o sudaca que pase por la vereda para acusarlo y deportarlo sin derecho a defensa. Esa es la parte oscura.
Como argentinos curados de espanto, acá respondemos como Dominique; mire, con que me recuperen los documentos yo hago una fiesta, a la guita que se la queden en agradecimiento por no haberme metido un plomazo.
Andá a protestar al zoológico
** Hay mucho por criticarle al régimen de Catar. No es para nosotros, que estamos siendo educados en la indignación selectiva. Desde el poder y sus reparticiones ad hoc nos dicen a los argentinos de qué debemos indignarnos y de qué no. Hay subsecretarías, direcciones y organizaciones, para decirnos de qué debemos indignarnos. Se supone que cada ciudadano es libre de darles bola o no, pero ¡ay! de quien no lo hace, porque ellos son una multitud en red, de soldaditos con obediencia debida encargados de repudiar a quienes tienen un criterio diferente, o adhieren a otro color de pañuelo.
** El caso es que Catar o Qatar es una variopinta vidriera que deberíamos aprovechar para copiar las buenas costumbres y dejarnos de llamarlos represores porque no te permiten ir por la calle con la botella de cerveza en la mano. Pero allí se ven imágenes que deberían llamarnos a la reflexión. Cuando los japoneses vencieron a Alemania salieron a festejar el triunfo de su equipo a la calle. Se observa en un video que cuando el semáforo rojo paraba el tránsito se lanzaban al asfalto a saltar y cantar, pero al encender el verde, volvían a la vereda permitiendo la circulación. Pero los mejores somos nosotros.
** Otra: Distintas selecciones europeas impulsaron la idea de utilizar un brazalete que simboliza la defensa de la comunidad LGBT+ durante los partidos del Mundial de Qatar, un país cuestionado por la vulneración de los derechos de este grupo.
Según Chequeado.com, la iniciativa fue cancelada luego de que la FIFA amenazara con aplicar sanciones deportivas, aunque la selección alemana expresó su protesta en la foto previa a su partido con Japón tapándose la boca con las manos.
La FIFA, que en sus reglamentos declara su neutralidad política y religiosa, envió una carta a las federaciones antes del mundial en la que solicitó a los dirigentes que “no permitan que el fútbol se vea arrastrado a todas las batallas ideológicas o políticas que existen”. No me traigan al fútbol quilombos que deben dirimirse en otros ámbitos
Sobre cábalas y mufas
** El tipo tiene una cábala; mira todos los partidos de la Selección desde una cama y con la cabeza vendada, porque al Mundial de México ’86 lo miró desde la cama de un hospital con el marote envuelto en gasas y “ganamos”. Mire si será soberbio y engreído, para suponer que de él y su cábala dependen los resultados de un Mundial.
** Como si las cábalas no fueran lo suficiente, en esta oportunidad enriquecimos el folclore con “los mufas”. Es obvio que Macri tenía que ser uno porque ya sabemos de dónde viene el pelotazo, pero por qué se lo tenía que comer el “Chapu” Martínez (autor de la canción“Traeme la copa Messi” en 2018). El humorista fue acusado de tan improbable responsabilidad, al punto de recibir amenazas de muerte o la muerte de un hijo si no se volvía al país de inmediato. Somos los vivos del planeta, ¿y qué?
** Fuerza para hoy, scaloneta, que de ustedes depende el 50% y el otro 50% del azar o de la guita del dueño de Catar, que así como compró la sede puede comprar mucho más. Pero ¡Vamos Argentina que estamos con vos!