Senasa niega haber ordenado la destrucción de los huevos
Tras la difusión del video donde los propietarios de la empresa avícola Santa Ana, de Corrientes, sepultaba 360.000 huevos frescos, hecho que movilizó a productores indignados del país, Senasa emitió un comunicado señalando que luego de obtener resultados divergentes en las primeras dos tomas de muestras, “unos 360.000 huevosfueron destruidos en el establecimiento por cuestiones de problemas de acopio, teniendo en cuenta que la mercadería se encuentra interdictada a la espera de un nuevo análisis”.
En este sentido, el Senasaaclaró que «en ningún momento ordenó la destrucción de huevosalmacenados en dicha granja y que fue una decisión unilateral de la empresa. Asimismo, sin perjuicio de ello, se está trabajando para ofrecer alternativas de acopio o tratamiento térmico».
Se refiere a que hace dos semanas se descubrió un caso positivo de influenza aviar en gallinas de traspatio, un lote de 50 a 60 gallinas libres, para el consumo familiar, en el departamento San Cosme, en la provincia de Corrientes, cerca de la capital. Allí está ubicada la empresa avícola Santa Ana, la más grande de la provincia, donde por precaución intervino Senasa y se desató un conflicto que llegó a los estrados judiciales, donde a pesar de no haber indicios de la enfermedad en las aves un primer análisis dio positivo. La empresa recurrió a la justicia, que ordenó un segundo análisis en el mismo laboratorio que dio negativo. Se aguardaba un plazo para un tercer análisis. Obviamente, agregamos, cuando se bloquea durante 14 días un establecimiento que produce unos 180 mil huevos diarios, en ese lapso se le suman 2,5 millones de huevos interdictos y algo hay que hacer con ellos.