Economía y sociedad
¿Se vendrá el peso digital?
Hace varios días ya, el candidato a presidente y actual ministro de economía Sergio Massa ha mencionado la creación de un peso digital. Relacionar el uso de un peso digital con el control de la inflación es un error garrafal que no tiene ningún asidero, porque, y cayendo en la repetición de lo que varias veces hemos dicho en esta columna, el origen del problema es el déficit fiscal, es decir cuando se gasta más de lo que ingresa. Cuando eso ocurre hay que emitir más dinero para cubrir esa diferencia y ahí es cuando se pone en marcha el fenómeno inflacionario. No importa si esa emisión es en papel o es digital, el problema es la emisión para cubrir esa diferencia entre ingresos y egresos.
Aparentemente la idea es hacer una CBDC (Central Bank Digital Currency), es decir una criptomoneda controlada por el Banco Central de la República Argentina, diferente de otras criptomonedas (por ejemplo Bitcoin) que no tienen control, por parte de ningún gobierno. Lo más probable es que cuando este nuevo peso digital comience a funcionar, se lo utilice para el pago de planes y sueldos del Estado para luego ser incorporado al resto de la economía. Dado que las posibilidades de instrumentación son muchas, por ahora sólo podríamos estar adivinando.
Una de las características de las CBDC es que puede programárselas, es decir, dotarlas de ciertas condiciones de uso, como por ejemplo ponerle una fecha de vencimiento, de manera que si no se gasta se pierda. Esto podría -por ejemplo- servir para que aquellos que reciben planes de asistencia tengan que utilizar esa moneda en determinados momentos para generar un shock de consumo. Además, en algún momento esa nueva moneda podría reemplazar directamente al dinero de papel, lo que requeriría disponer la obligatoriedad de uso y sacar todos los billetes físicos de circulación, debiendo los ciudadanos usar solamente los pesos digitales.
Cuando esto ocurre, al eliminar el dinero de papel el Estado tendría bajo control prácticamente a toda la actividad económica y eliminando la informalidad que hoy existe. Por supuesto que, en una economía tan informal y de supervivencia como la nuestra, una medida así podría tener consecuencias muy nocivas. En muchos países del mundo este tema ya se viene estudiando desde hace tiempo, pero las mayores posibilidades de éxito se darán seguramente en países prósperos, ordenados y con conciencia moral alta por parte de sus ciudadanos. En los demás, esta idea se parece más a una utopía.
También debemos decir que si se llegaran a reemplazar los billetes por ese dinero digital, las libertades podrían verse restringidas, ya que, como dije, su uso puede ser programado para ser utilizado de una manera diferente a lo que hoy conocemos. Personalmente creo que si el mismo es manejado de una manera responsable puede ser interesante su uso, pero también conlleva desafíos regulatorios, de privacidad y tecnológicos. Ahora bien, la pregunta es, si hasta ahora los que manejan la cantidad de dinero de papel no han sido muy responsables, ¿cree usted realmente que con el digital si lo serán? ¿Será esta vez diferente?
Asesor Financiero Certificado (AFC) Instituto Español de Analistas Financieros zorzabal@gmail.com