Se conformó la subcomisión de Eventos Tradicionalistas en la Sociedad Rural Victoria
Victoria.- Las históricas pulperías eran lugares de reunión para la gente de campo, y quizás por ello, un modesto espacio contiguo a la tribuna de la Sociedad Rural local se bautizó con esa denominación.
Mencionamos esto porque un grupo de entusiastas paisanos y colaboradores de ‘lo nuestro’ encabezados por Guadalupe Jara, ha elegido ese sector como su lugar para reuniones y demás actividades de la Subcomisión de Eventos Tradicionalistas que empieza a tener pertenencia en la Sociedad Rural local.
Conservando ideales e impulsando actividades socio – culturales que destaquen desde la vestimenta típica a las destrezas criollas, sin descuidar sabores típicos, entre otras propuestas, esta Subcomisión tendrá otra visibilidad y acompañamiento dentro de la estructura institucional. Así lo expresó el presidente Eduardo A. Grimaux al consultarle por este motivo: “Sabemos que estas iniciativas son parte del rescate de nuestra identidad, y vamos a brindarles el protagonismo que se merecen”.
Por su parte, Guadalupe añadió “tenemos proyectos de ampliar las instalaciones y dotarlas de otros servicios que irán ganando protagonismo en cada evento del que formemos parte en representación de la Sociedad Rural Victoria”.
Acompañan a Guadalupe en este desafío Juan Pablo Portillo, Juan Pedro Escobar, Sebastián Rodríguez, Jorge Escobar y María Rosa Jara. “Seguramente habrá más colaboradores ocasionales en relación a actividades puntuales, pero los mencionados serán parte del grupo que estará permanentemente en contacto con la Comisión Directiva y las acciones que encabecemos”, precisó a nuestro Boletín S.R.V.
Un poco de historia
La pulpería es la denominación que le cabe de manera exclusiva a la tienda rural más tradicional y añeja registrada geográficamente en territorio argentino, donde cualquier artículo de origen nacional puede ser objeto de venta o decoración y, en tal sentido, nada que quepa en ese rubro desentona.
Si bien la pulpería argentina no tiene fecha exacta de inauguración, se estima que existían desde mucho antes del contacto de los españoles con los araucanos, incluso cuando aún no existía comercio alguno o estancia que garantizara la provisión de bebida o alimento. En 1810 existían en la provincia de Buenos Aires (que por entonces incluía a la ciudad de Buenos Aires) unas 500 pulperías. Testigos de este pasado destacan la Blanqueada en San Antonio de Areco y la pulpería de Cacho en la ciudad de Mercedes. Sin ir más lejos la pulpería de Caballito dio nombre al barrio Homónimo de la ciudad de Buenos Aires y su historia se desata en un incidente trágico. Aunque ya no son tan numerosas, (en la zona urbana, persisten algunas reconvertidas en almacenes, del tipo despensa al paso, y que configuran una parte de las clásicas pulperías tradicionales tan típicas como la que se encuentra en el predio ferial de calle Pueyrredón, y que desde esta participación se buscará recuperar.