Risotto de ajos
Hay un producto en la cocina que en general tiene mala prensa: el ajo. Crudo es bien picante, asado o frito es dulzón y si se pasa es amargo. La cuestión es que se nota en cualquier comida, pongas poco o pongas mucho.
Así y todo tiene sus defensores en cuestiones de salud: que posee propiedades antibióticas y descongestivas, que permite controlar el colesterol y la hipertensión, que mejora la circulación… y detractores en cuestiones de gusto. La polémica lo hace genial, pero ¿de qué se trata?
El ajo es una lilácea originaria de Asia que obviamente fue esparciéndose por el mundo y no se consigue en todos los meses del año, es estacional. Tampoco prende en cualquier huerta de aficionado. Siempre lo vemos medio escondido en las verdulerías, aunque hay negocios que ostentan orgullosamente sus ristras en cinta roja.
Y para los amantes del ajo que se animan a utilizarlo en sus platos, les dejamos una receta donde la vedette es el ajo:
Risotto de ajos
Ingredientes
1 cabeza de ajo
1 cebolla mediana
30 gramos de manteca o su equivalente en aceite de oliva
120 gramos de arroz, en lo posible carnaroli, sino el que consigas
4 presas de pollo a medio hervir
Caldo de la cocción del pollo, al menos 2 litros
10 gramos de hongos de pino
Cuanto te guste de queso provolone rallado
Preparación
– Asar los ajos en horno bien caliente con su propia cáscara hasta que estén firmes pero tiernos. Tené en cuenta que se van a seguir cocinando en el risotto.
– Lavar y remojar los hongos. Si querés los podés poner en vino blanco.
– Picar finamente la cebolla y saltearla en la manteca hasta que se empiece a transparentar.
– Volcar el arroz en la cacerola y remover un minuto. Agregar un litro de caldo, los dientes de ajo pelados y cocidos y las presas de pollo y dejar cocinar a fuego moderado
– A los 10 minutos agregarle los hongos remojados y esperar a que tiernice el arroz, cuidando de que no se seque el líquido pero que tampoco rebalse.
– Agregarle el queso rallado y servir en plato hondo. Si te gusta, decoralo con perejil picado.
¡Que lo disfrutes!