Conflicto por el Canal de Beagle
Reencuentro de la clase ’59, una espera de cuatro décadas
Después de 44 años volvieron a verse las caras en el Club Trabajo y Placer de la ciudad de Victoria, para rememorar sus años de la colimba y cómo vivieron la etapa de aprovisionamiento de municiones durante el conflicto por el Canal de Beagle (con Chile), entre otros temas.
Se trata de un grupo de ex soldados que hicieron ‘la colimba’ en la subunidad militar Crespo (Ca. Mun. B - Batallón de Arsenales 121) que dependía de San Lorenzo, en la ciudad de Crespo, por entonces dotada de polvorines. Se trata de la clase 1959, que el pasado fin de semana hizo honor a esa camaradería que los mantuvo unidos, tanto cuando ingresaron con 18 años a cumplir con el Servicio Militar Obligatorio, como otras intervenciones que caracterizaron el devenir histórico de fines de los ‘70.
“Este fue el grupo de municiones, nosotros cargábamos los trenes, camiones, lo que fuera. Hacía 44 años que no nos veíamos, así que se trató de un emotivo reencuentro donde también vinieron dos suboficiales”, comenzó diciendo Luis Pimentel a Paralelo 32, quien añadió que en la actualidad en ese lugar de Crespo solamente ha quedado un destacamento de seguridad, ya que los polvorines que allí había fueron inactivados.
Pimentel dijo que algunos de ellos tuvieron enfrentamientos armados contra la subversión que buscaba copar la Compañía de Munición A, donde llegaron a ingresar, pero no así en Crespo donde estaba la Ca. B. Además, participaron indirectamente en el conflicto por el Canal de Beagle, y para el ’82 fueron reincorporados ante la inminente Guerra del Atlántico Sur. “En este último caso, los dragoneantes que tenían como destino Puerto Argentino, finalmente no viajaron, pero sí desde esta compañía viajaron a Neuquén a descargar municiones para las artillerías que estaban en montaña escondidas. Nuestra labor era cargar y descargar allí ese aprovisionamiento. Éramos de lo que se llamó la Tercera Línea, pero existía riesgo porque los chilenos estaban buscando esa munición para hacerla volar, pero como estábamos bien posicionados, nunca pudieron llegar realmente donde nosotros estábamos”.
Otras vivencias
Pimentel también recordó que en aquella compañía había gente que no sabía leer ni escribir, “y aprendieron allí durante la conscripción, lo mismo que un oficio, ya que un gran número de los que nos reencontramos nos comentaban que se dedican a actividades que aprendieron en los talleres que se ofrecían como parte de la instrucción militar”. En la fotografía que perpetúa el momento, se observa también a los crespenses Luis Roth (San Juan), Juan Carlos Schneider, Oscar Giraud y José Demartín.