Judiciales
Quienes compraron los inmuebles rematados en la causa Waigel
Un parte de la sede central fue a una empresa con sede en Villa Fontana • Los dos terrenos en calles Sarmiento, Güemes y Urquiza se repartieron entre un particular y una concesionaria automotriz.
Crespo.- A comienzos de septiembre se realizó el remate en línea de tres inmuebles ubicados en Crespo, correspondientes a la quiebra de la firma Miguel Waigel y Cía. SA. En ese momento, Paralelo 32 informó que se habían recaudado en total casi 490 millones de pesos y los adquirentes se iban a conocer más adelante.
Esta semana, desde la sindicatura de la quiebra, se informó sobre los compradores, que ya completaron el pago y los trámites de adquisición.
• Edificio de tres plantas, en la ex sede central de Waigel, en 25 de Mayo 1030, con una superficie de 390 metros cuadrados. El ganador ofreció 250,5 millones de pesos, que con comisión del martillero, gastos e impuestos, llega a 272.932.275 pesos. Compró La Huella Entrerriana SRL de Villa Fontana.
• Inmueble situado en Urquiza y Sarmiento, con una superficie de 2.491 metros cuadrados, con playa de maniobras y galpones. La oferta ganadora llegó a 196 millones de pesos, que con adicionales terminó pagando 213.551.800 pesos. Compró la firma José Folmer e Hijos SA.
• Inmueble en Güemes y Urquiza, de 500 metros cuadrados. Se ofertó 41.050.000 pesos, que con gastos y comisiones se elevó a 44.726.028 pesos. Compró Edith Noemí Arce.
Los montos pagados ingresaron al fondo de reparación a acreedores la suma total de 487,55 millones de pesos. Se espera entre fines de noviembre y mediados de diciembre el reparto de esos fondos entre los acreedores reconocidos en el juicio de quiebra.
Futuras subastas
Aún quedan para rematar varios inmuebles negociados en su momento con familiares y socios de la empresa fallida. En 2024 se realizarán esas subastas. Como en otras actividades, para las siguientes subastas se espera el cambio de gobierno nacional para ver cómo continúa la situación económica y poder sortear situaciones críticas que erosionen el poder adquisitivo de los fondos obtenidos en los remates.