Proyectan para Entre Ríos pérdidas por u$s 130 millones en el maíz de primera
Según el último informe del Sistema de Información de la Bolsa de Cereales de Entre Ríos (Siber), el rendimiento por hectárea del maíz de primera se estima muy inferior al de las campañas anteriores.
La sequía que atraviesa la provincia de Entre Ríos y la región profundiza por estos días sus consecuencias en los cultivos. Esta semana, la Bolsa de Cereales de Entre Ríos junto a la Facultad de Ciencias Económicas de la UNER analizaron el posible impacto económico generado sobre el e maíz de primera.
De esta forma, estimaron que a las 30 mil hectáreas sin cosechar –que significarán pérdidas por 22 millones de dólares- se le suman 106 millones de dólares de pérdida correspondientes a las 390 mil hectáreas que si fueron cosechadas pero afectadas por la falta de precipitaciones.
Para que la actividad otorgue beneficios positivos para los productores, se debería obtener una producción por hectárea de más de 4.200 kg para campo arrendado y de 2.800 kg para campo propio.
Los valores obtenidos reflejan una situación promedio, buscando la representatividad a nivel provincial, pero en cada caso particular las situaciones pueden llegar a ser muy dispares, para ello se propone la siguiente figura, donde se plantea el cuadro de márgenes por hectárea para diferentes escenarios donde podrían oscilar los beneficios de los productores de este cultivo:
Mejor escenario: se trata de un productor en campo propio con una producción de 5.000 kg/ha, de forma que sus ingresos superarían sus gastos de siembra y cosecha, arrojando beneficios brutos de casi 500 u$s/ha.
Escenario probable: en base a las estimaciones del cultivo de 2.500 kg/ha y suponiendo que 30% se trata en campo propio y 70% se realiza en campo alquilado, los ingresos de la cosecha no son suficientes para enfrentar los costos de la actividad, arrojando pérdidas brutas de casi 300 u$s/ha.
Peor escenario: cuando la superficie no se cosecha, estando en condición de alquiler, el productor sin ingresos habrá tenido que enfrentar los gastos de siembra y el arrendamiento, perfilando pérdidas brutas por más de 800 u$s/ha.