Proponen instalar un ascensor para hacer accesible el recinto del Concejo Deliberante
Victoria.- Concejales de Alianza Cambiemos presentaron un proyecto de resolución que insta al Departamento Ejecutivo Municipal a tomar las medidas necesarias para la instalación de un ascensor que posibilite la accesibilidad al recinto del Concejo Deliberante. Este proyecto fue criticado en redes sociales y algunos usuarios apuntaron a que los ediles ya no quieren ni subir las escaleras para sesionar. No obstante, son evidentes los adocenados resortes lógicos del argumento anterior, ya que el principal motivo de la instalación del ascensor responde a la accesibilidad y no a la comodidad.
Sobre este asunto, la presidente del Cuerpo, Ana Schuth, habló con Paralelo 32. “Hay sectores, por suerte minoritarios, que se burlan sin saber específicamente cuál es la cuestión de fondo que hace que los concejales piensen en esta situación [la instalación del ascensor], como también en muchísimas otras que se dan en la vida diaria de la ciudad. Este proyecto de resolución, lo único que hace es dar cumplimiento a una ley nacional de protección integral a los discapacitados, que habla de la inclusión y de suspender y suprimir todas las barreras físicas que existan para que aquellas personas que tengan movilidad reducida o algún tipo de discapacidad y, así, puedan acceder a los edificios públicos”, señaló Schuth.
“Los ciudadanos tienen el derecho de participar de los debates, de las sesiones, de la vida de la ciudad. O sea que la instalación de un ascensor para poder acceder al Concejo Deliberante es una obligación que tenemos para pensar, instrumentar y ejecutar, porque así lo establece la ley nacional de integración a los discapacitados”, remarcó.
Además, contó: “Los cuarenta escalones que existen desde la planta baja del palacio municipal hasta el salón del Concejo Deliberante, a lo largo de muchísimos años han vedado la posibilidad a ciudadanos de poder integrar el Concejo. Un ejemplo de esto se dio hace años, cuando el padre del actual concejal Leonel Anderson, una excelente y reconocida persona de nuestra ciudad, tuvo que renunciar a la concejalía a poco tiempo de haber asumido, por su imposibilidad de subir esta escalinata.
Sumado a lo anterior, añadió: “También, a lo largo de estos años, hemos visto que diferentes personas tampoco han podido acceder al Concejo por esto. Hacerlo accesible es una obligación que tenemos y es un derecho que tienen los ciudadanos”.
“Lamento que algunos hayan querido distorsionar este proyecto, porque es un proyecto integrador. Lo que se busca es darle a todos los victorienses la posibilidad de asistir al Concejo Deliberante”, expresó.
Por otro lado, el artículo dos del proyecto de resolución insta al Ejecutivo a incluir la Asignación Presupuestaria necesaria para la ejecución de esta obra en el presupuesto 2022. “Queremos incluir este proyecto en el presupuesto 2022 y contar, al finalizar el 2022 o antes si fuera posible, con este ascensor para el Concejo Deliberante. Ya hay un diseño desde el área de planeamiento, hubo un presupuesto en la gestión anterior del entonces presidente del Concejo, Alcides Risso, donde también se trabajó sobre este proyecto. Hace dos años el presupuesto para esto rondaba el millón y medio de pesos, es decir, no es una cifra que no se pueda ejecutar en un presupuesto, y más teniendo en cuenta los motivos por los cuales se pide. Creo que va a ser una prioridad y vamos a lograr, en 2022, concretar la instalación de este ascensor”, explicó.
En conclusión, la participación democrática no se limita a, simplemente, votar. También existen otras herramientas importantes como lo es el Concejo Deliberante, donde, por ejemplo, los vecinos pueden solicitar la banca ciudadana para exponer proyectos. Entonces, colocar un ascensor va más allá de trasladar a una persona de un punto a otro, se trata de garantizar sus derechos como ciudadano y el ejercicio de la democracia. Sería importante que, de instalarse el ascensor, también se genere la accesibilidad al palacio municipal, ya que resultaría incoherente que, para llegar al elevador, primero las personas con discapacidad deban sortear unas escaleras.