¡Pero qué gran idea!
** Claro, claro, por supuesto que hay asuntos graves que resolver en el país, nadie discute eso. Nuestros legisladores tampoco. Pero ya se sabe cómo somos los argentinos, que nos hablan de fútbol y chau, olvidate, lo demás es billete de diez. Me viene al recuerdo una diputada nacional por Entre Ríos, de Paraná ella, en tiempos en que el país también hacía agua por los cuatro costados, que presentó un proyecto de ley en la Cámara para que nunca más se usara el número 10 en las canchas después que Maradona dejara de usarlo.
** Me acuerdo cómo la aplaudimos a rabiar. ¡Al fin alguien de ahí que nos toca el corazón! Fue una aclamación unánime desde la Quiaca hasta los territorios sagrados y petroleros de los mapuches truchos. Se nos olvidó hasta la factura de la luz que ya no podíamos garpar. Pero los hambrientos, los maltratados y los afligidos la cruzaron duro; hasta le recordaron que estaba allí solo por obra y gracia del cupo femenino y no por lucidez.
** En memoria de esta legisladora cuyo nombre ya no recordamos porque al no aprobarse su única iniciativa no entró en la historia, digamos que está bien que alguien se ocupe de las boludeces. Los legisladores son muchos y a cada cual su tema. Unos para cazar el chancho, otros para embutirlo, otros para organizar la picada, otros para barrer los huesitos de las aceitunas.
¡Somos los pibes de la popular!
** Pasaron muchos años y hace pocos días otro diputado nacional, también entrerriano, Casaretto, en medio de un nuevo escenario muy poco propicio para la frivolidad de Estado, presentó un proyecto declarando de interés la eliminación de los descensos en el fútbol profesional. Los muchachos de Patronato le agradecieron a su fan este tierno gesto pero le dijeron ¡dejá, dejá!, nos vamos a arreglar solos para zafar del descenso.
Antes que Casaretto, el 20 de setiembre, una diputada provincial mendocina solicitó que se declare al fútbol de mesa o Metegol como deporte provincial, y a los jugadores de estas prácticas, como deportistas. Está tan informada sobre el tema que no olvidó anular el “molinete”, en el artículo 2º de su proyecto.
** Te digo más; esta ley de la legisladora Josefina Canale debería ser ampliada para reemplazar al fútbol tal como lo conocemos y que los campeonatos sean de metegol, que es más inclusivo y lo podemos jugar todos, incluidos los chambones que no pocas veces nos hemos sentido héroes compitiendo con nietos o sobrinos que no llegaban bien a las barras o varas.
Con eso ya se justificaría la ley Canale, pero la lista de beneficios podría ser más amplia si propusiera reemplazar el “fóbal” tradicional por el metegol. Acabaría de un solo plumazo el problema de los barras (no diremos les barres porque ahí si no sos bien mejicano no entrás), también el de las rupturas de ligamentos y de los insultos al referí, cosas que ningún gobierno ha podido resolver hasta el presente.
¡Molinete no vale!
** Pero seamos justos, como lo hemos sido siempre, el proyecto Canale tiene un propósito muy atendible en tanto piensa en todas las edades y en personas con movilidad reducida. De todos modos no inventó nada nuevo porque existe la Federación Internacional de Fútbol de Mesa, creador de un reglamento, que ya determinó que: “El molinete es ilegal” y aclara su significado: El giro de barras (molinete) está definido como la rotación de cualquier jugador (figura, o barra de jugadores).
Al fin una autoridad que se da cuenta de hacer justicia con el desoído reclamo de cuando éramos gurises… “¡molinete no vale!”
** En su defensa la legisladora dijo que su iniciativa “no arregla el país pero mejora vidas”. Tiene razón, pero hasta aquí nada impide armar campeonatos de metegol en clubes, iglesias, barrios, provinciales… En cambio con ley… ¡viste como son!, implica crear estructuras para controlar su cumplimiento. Que veedores, que planilleros, que Plan Patear (metegoles gratarola para todos, todas y todes, comprados al triple de su precio), que nadie puede aceitar las barras sin estar matriculado, que los sindicatos del vamos por más…
¿Y qué dice el maestro?
** Dejémoslo al Negro Fontanarrosa que supo decir estas cosas mil veces mejor que nosotros. Como nadie más.
“Y aquí estoy. Como siempre. Bien tirado contra la raya. Abriendo la cancha. Y eso no me lo enseñó nadie. Son cosas que uno ya sabe solo. Y meter centros o ponerle al arco como venga. Para eso son wines. No me vengan con eso de wing “ventilador” o wing “mentiroso” o las pelotas. Arriba y contra la raya.
Abriendo la cancha para que no se amontonen los forwards en el medio. Nada de andar bajando a ayudar al marcador de punta ni nada de eso. Si el marcador de punta no puede con el wing de él… ¿para qué m… juega de marcador de punta? Lo que pasa es que ahora cualquier mocoso le sale con esas teorías nuevas y nuevas formas de juego, o te viene con la “holandesa” o la brasileña y otras estupideces”.
“¡Por favor! El fútbol es uno solo y a mí no me saca de la formación clásica: el arquero bien parado en la raya y atento. Por ahí escucho decir que Gatti juega por toda el área o sale hasta el medio de la cancha… Y bueno, así le va. Yo al arquero lo quiero paradito en su arco y nada más. Para eso es arquero. Después una línea de tres. Después otra de cinco. Y arriba que nos dejen a nosotros tres”.
** “Más de veinte años hace que jugamos así y nos hemos podrido de hacer goles. De a siete hacemos. Yo ya debo llevar como 6.800. Yo solo… ¡Después me dicen de Pelé! O arman tanto despelote porque Maradona hizo cien. Cien yo hago en una temporada. Y en verano, cuando los pibes se quedan en el club como hasta las dos de la matina, me atrevo a hacer cuarenta, cincuenta goles por semana. Cuarenta, cincuenta. Yo solo… Maradona… ¡Por favor! Y eso para no hablar del centrofoward nuestro, debe llevar más de 12.000 goles. por debajo de las patas… Y…¡el tipo está ahí! donde deben estar los centrofoward. En la boca del arco. En el área chica. Pelota que recibe, ¡Pum! adentro. A cobrar”.
** “Y ojo, que el nueve de los de Boca no es malo tampoco. Es el mismo estilo que el nuestro. Siempre ahí: en la troya. Adonde están los japoneses. ¡Nos ha amargado más de un partido, eh! Yo no he visto los goles que nos ha hecho pero escucho los gritos y el ruido de la pelota adentro del arco. …. (Primeros párrafos de: “Memorias de un wing derecho”, Roberto Fontanarrosa – Relato de cuando el club compró una mesa de Metegol).