Otra manera de dar el sí
Crespo.- Gustavo Werner es un colega, periodista de Paralelo 32 que, como periodista y comunicador social trabaja en diversos medios audiovisuales y también lo hace como conductor, animador o maestro de ceremonias en eventos donde es contratado. Pero desde hace algunos meses es también conocido y solicitado por una novedad que protagoniza: es maestro de ceremonias o conductor de bodas laicas, personalizadas y no tradicionales, bodas que no tienen efectos legales ni siguen lineamientos religiosos.
“El casamiento laico tiene una estructura similar a una ceremonia tradicional como la que se puede realizar en una iglesia. Se da con gente que no es creyente o no quiere pasar por un evento religioso. También se da en un contexto social de mucho cambio, matrimonio igualitario, y otras situaciones, que van abriendo puertas para gente que no encuentra su lugar en las ceremonias tradicionales”, comentó a Paralelo 32 durante una charla sobre este novedoso servicio de eventos matrimoniales.
“La pareja me contacta, en una reunión previa charlamos un poco, me cuentan su historia, cómo se conocieron. Armamos un guion, una historia sobre cómo será el evento. Hablamos de ‘bodas laicas’, la pareja se casa por civil o también con ceremonia religiosa, pero agrega una ceremonia simbólica, como las que solemos por ejemplo en las películas norteamericanas, con sillas y alfombras, con una persona que conduce la ceremonia, los novios y sus testigos o padrinos además de los invitados”, explica.
Con un toque particular
Para muchas personas que asisten a la fiesta puede ser una novedad. Por eso, antes de empezar la ceremonia Werner aclara de qué se trata. “Yo estoy parado detrás de una ‘mesita’ que no se puede decir que sea un altar, porque justamente debe quedar claro que esto no es un acto religioso. La novia entra, está vestida de blanco, el novio la espera, como sucedería en cualquier otra ceremonia. Es una boda personalizada, en el sentido de que cada pareja le da el ‘toque’ que desee”, continuó el entrevistado.
Subraya que desde el punto de vista legal no tiene sustento, tampoco desde lo religioso. “Es importante aclarar que sencillamente se trata de una ceremonia simbólica, que puede iniciar incluso la fiesta de bodas, el evento que tiene durante la noche el DJ, servicio gastronómico, la conducción y animación del evento, hasta orquestas y cantantes, humor o cualquier otra atracción que haya sido contratada”, comentó.
“No estamos chocando con nadie, con las tradiciones de nuestras sociedades, con la religión u otras cuestiones. Es algo nuevo, por eso la repercusión que ha tenido. Se está convirtiendo simplemente en una herramienta simbólica para gente que no puede hacer su boda tradicional por equis motivo. Hoy tienen la posibilidad de una ‘boda personalizada, no tradicional y laica’, los tres elementos claves de este tipo de eventos”, dijo.
Cómo empezó
Werner trabaja de manera personal, no está exclusivamente en un grupo o empresa dedicada a este tipo de eventos pero sí trabaja con todos los servicios que son contratados cada noche. Por separado, se contratan mozos y servicio de gastronomía, música y DJ, fotografía, filmación, etcétera. A menudo, Gustavo es contratado como animador, conductor o maestro de ceremonias de la fiesta y además, cuando se lo solicitan, hace la boda laica, como parte del espectáculo general.
“Esto empezó casi de casualidad, con un colega y amigo que quería una ceremonia especial para su casamiento y me tiró la idea de la boda laica. El y su novia me dijeron qué querían en la ceremonia, en relación a los detalles. Yo nunca había escuchado sobre esto, indagué un poco para conocer de qué se trataba, lo hice y a la gente que estuvo le gustó. Así empezaron a llamarme otras ceremonias o espectáculos parecidos en otras bodas, no solo en Crespo sino también en la región. Hace un par de semanas a través de una nota que me hicieron en un medio de Paraná, se enteraron en Santa Fe y desde allá me contactaron para hacer una ceremonia laica. Pero en líneas generales todo se fue dando con el ‘boca a boca’ de quienes vieron alguna fiesta y ceremonia que conduje y les gustó”, agregó.
La ceremonia
Más allá de los detalles que desee incorporar cada pareja, la estructura básica es en todos los casos bastante similar: el novio espera adelante junto al maestro de ceremonias; la novia ingresa, a veces acompañada por las chicas que llevan la cola del vestido. Puede haber testigos o no. En el primer paso, cuando ya están los novios juntos, se le cuenta a la gente de qué trata la ceremonia y porqué los novios la quisieron hacer de esa manera. Se puede agregar la historia de la pareja, anécdotas, cómo se conocieron. La ceremonia se parece a lo que se ve muchas veces en las películas de Estados Unidos, con invitados, familiares y amigos que hablan o novios que hacen sus promesas. Se puede proyectar un video sobre la pareja, como elemento adicional, por ejemplo.
“También está la parte de los ‘rituales’, que hay un montón, como pueden ser los anillos, las promesas matrimoniales, la ceremonia del vino con dos botellitas que cada uno lleva y se echan en una vasija más grande simbolizando la unión matrimonial, o una ceremonia similar con arena, para simbolizar ese momento, cuando decidieron dejar de ser dos personas por separado para formar una pareja y una familia”, agregó el entrevistado. “Es algo más que se agrega a la fiesta de bodas para compartir con familiares e invitados, como un hermoso recuerdo para toda la vida”, finalizó nuestro compañero de redacción en Paralelo 32.