Nogoyá: Celebra 30 años el Coro Municipal de Jóvenes
Nogoyá.- El Coro de Jóvenes Municipal de Nogoyá celebra en este 2020, 30 años de vigencia. Desde aquel 1990 ha estado siempre bajo la dirección de la profesora nacional de música Patricia Farías y ella fue quien invitó a Paralelo 32 a realizar una entrevista y la reseña para rememorar un camino que representa la mitad de la vida de la profesora.
Al llegar al ensayo, se percibe en el aire una simbiosis de ansiedad y bienestar, es que al momento del ensayo restan solo 48 horas del postergado concierto apertura del Coro Municipal de Jóvenes, ya que la pandemia obligó a suspender todo tipo de actividades.
Entre partituras, cambios de instrumentos, ubicación de coreutas y marcación de compases, se encuentra Patricia Farías, ansiosa y exigente, pero estos aspectos quedan relegados al sonar los primeros acordes de las obras musicales. A partir de ese momento todo es armonía, una veintena de jóvenes disfrutan con su voz el resultado satisfactorio de horas de ensayo, es como que pasara por allí un expreso que conduce a otra dimensión y todas las jóvenes se suben para disfrutar el viaje. La música es protagonista y tiene ese poder inexplicable de llamar a silencio a quien la esté escuchando.
Paradójicamente, lo que en tiempos normales sería el último concierto, en este atípico año, el Coro Municipal de Jóvenes celebrará las tres décadas en diciembre con un concierto navideño que será el primero del año. Otra postal inusual que este 2020 refleja, la ansiedad de un inicio en los últimos días del último mes.
El ensayo termina, reina la camaradería, se dejan oír planes de las jóvenes para horas posteriores, pero a modo de madre, la profesora se impone recomendando a las mismas que se cuiden, que no se olviden del horario previo a la presentación, que tengan en cuenta la vestimenta y que no se duerman tarde la noche antes. Una vez que se van, el silencio vuelve a adueñarse del recinto y Patricia Farías se predispone a cruzar palabras con el medio.
Mirando fijamente un atril, la directora trae recuerdos, nombra infinidades de coreutas que hoy son docentes, cantantes famosas, músicas destacadas, y orgullosa dice: “pasaron por el Coro de Jóvenes, yo las tuve desde chiquitas”.
Pese a que han pasado 30 años desde aquel primer concierto del Coro Municipal de Jóvenes, que muchas de las integrantes de los años 90 hoy son madres y posiblemente abuelas, Patricia Farías las define como “las chicas”.
“Hemos cosechado una experiencia muy grande con las chicas en estos 30 años, abordando diferentes repertorios, desde la música académica, el rock nacional y el folclore de nuestro país y de Latinoamérica” comienza rememorando la directora, trayendo al presente los viajes que han realizado representando a la ciudad “hemos recorrido el país con el Coro Municipal de Jóvenes, siempre dejando bien representada a nuestra Nogoyá y orgullosas de llevar la bandera del canto coral en cada escenario que pisamos”.
Alcanzados los 60 años de edad, preguntamos a Patricia Farías sobre las sensaciones que siente al mirar atrás y ver con sus ojos que lo enseñado en un coro se ha transformado en un medio de vida de muchas mujeres de la ciudad: “desde el Coro de Niños me ha tocado ver muchas niñas que hoy son profesoras de música, te diría que el 90% de las escuelas de Nogoyá tienen ex coreutas del Coro de Jóvenes. Es un orgullo muy grande verlas que hayan salido docentes de canto, directoras de coro o profesoras de música, siempre transitando el camino de la música en diferentes universidades y esto sigue pasando hoy, una de las chicas se recibió el año pasado en la Universidad Nacional de Rosario y el próximo se van dos ex integrantes del coro a estudiar música” relata la directora y como anécdota rememora “hasta Emilia Mernes estuvo en el Coro Municipal de Jóvenes”.
Pese al paso del tiempo para Patricia Farías el espíritu del canto coral en la ciudad sigue intacto: “desde hace 40 años cuando comenzó el Coro Polifónico y luego el Coro de Niños, se ha demostrado que siempre el canto coral estuvo vigente en Nogoyá a lo largo de generaciones, siempre hubo jóvenes interesados en cantar”.
Preguntamos también sobre los requisitos o exámenes previos para las futuras aspirantes al coro, pero lejos de hablar de exigencias, la directora asegura que lo único que se necesita son ganas de cantar. “Acá no hay una restricción en cuanto a técnica, acá aprendemos técnica vocal, recorremos repertorios y vamos aprendiendo juntas. Tuvimos integrantes que llegaron con el don de la música y otras lo han descubierto una vez que recorrieron el atractivo camino del coro, empiezan cantando, descubren sus cualidades, después siguen aprendiendo un instrumento y transforman a la música en su medio de vida”.
A la hora de definir lo que significa el canto coral en su vida, Patricia Farías no duda: “el coro lo es todo para mí, es mi pasión de toda la vida, es el oxigeno de mis días, vengo al coro y acá me encuentro con otro mundo, con un mundo mágico en el que me olvidó de todo y estoy solo para mis chicas y sus voces, para hacer música, cantar y compartir un lindo momento. Soy una persona de vocación, si volviera a nacer vuelvo a elegir esto, enseñar a cantar. No me imagino una vida sin coro, sin música”.