Ni la pizza nos está ayudando en la mala
** Vengo de un tiempo no tan lejano en que los censos de población se hacían un día domingo y tengo la suerte de seguir respirando este aire contemporáneo cuando el censo de población nos fabrica un domingo a mitad de semana. Un nuevo tiempo en que cualquier efeméride rescatada de una ardorosa revisión histórica nos puede regalar 24 horas más de relax en cualquier día de los llamados hábiles, o beneficiarnos con una ley que nos dice que San Martín puede esperar hasta un lunes 18, para gambetear el desperdicio de un feriado que desgraciadamente cayó en domingo 17. A criterio de nuestros funcionarios, feriado que cae en domingo es como querer festejar tu cumpleaños el día de tu casamiento; no te queda otra que pasar el casorio al lunes.
** Además, se sumó hace pocos años una nueva modalidad de crear feriados, calcada de un criterio de Afip: ‘Solo por esta vez’ (las siguientes serán prórrogas de la vez única). A algunos impuestos creados ‘solo por esta vez’ los seguimos pagando desde hace años. Por ahí nos dicen que festejaremos tal o cual bicentenario por única vez con un feriado, pero que el año próximo ese día inhábil no nos falte porque no permitiremos ese atropello ¿No es cierto Sr. Baradel?
** Pasado ese feriado único que evocará algún bicentenario, se le encargará al historiador en jefe la tarea de verificar nuevamente si se están cumpliendo dos siglos del nacimiento de algunos más: ponele el Chacho Peñaloza, el Negro Falucho, el Gaucho Rivero o el que pinte, quizás el cumpleaños de Firmenich (prócer olvidado) o alguna batalla empatada. En fin, algo para suplir al año siguiente aquel ex feriado “ocasional” que nos faltará en el calendario.
‘Si pudieron el año pasado, podrán ahora’ (Afip cuando prorroga los impuestos ‘de excepción’). ‘El que probó y le gustó, espera el bis’ (Dir. Gral. de Feriados y Escapadas).
Esa costosa tradición culinaria
** Según relevamientos sobre el humor social realizados por el pequeño sector de la Agencia Federal de Investigaciones que todavía le pasa data a Alberto; dibujándola convenientemente para cuidar su salud; una de las mayores preocupaciones de los argentos en este momento es que no se esté discutiendo aún a nivel de jefatura de Gabinete, esta situación de que en 2022 la Navidad y el día de Año Nuevo nos caen en domingo. Pero confiemos en nuestros funcionarios que seguramente ya están trabajando para resolver eso.
** ¿Para qué queremos feriados si no hay asado?, twiteó un tal Gervasio en medio de ese mar de letras donde todo es lícito y posible. Quizás el asado, más que una tradición es una obsesión por darle una alegría al Boby, que roerá la mitad indigerible de huesos y masticará la grasa sobrante, devolviéndonos una mirada de gratitud que vale más de lo que hemos pagado al vicio. Obsesionados con la costilla invertimos diez para darle cinco al Boby, que lo merece; después de todo es el único que salta de alegría cuando regresamos a casa.
** Razonemos; un domingo o un feriado no puede estar condicionado por el asado. El que piense como Gervasio, que renuncie a los feriados y domingos y deje que lo disfruten veguis y vegetarianos, nunca pendientes de una parrilla. O comamos pizza de rúcula sin queso, tan inclusiva ella. Ya se sabe las complicaciones que trae engrasar los fierros con una buena parrillada en una familia donde ha penetrado parcialmente el veganismo y vegetarianismo.
¿Lo resolveremos con tres de muzza?
** Claro que con las pizzas no nos va mejor. Un trabajo de la fundación FADA que ha creado el “Changómetro” para ir midiendo, ya no los índices inflacionarios, sino el desarrollo de precios de algunos consumos en particular. Llegó a demostrar que hay precios que atentan contra la vida social. Por ejemplo, porque clavarse unas pizzas cuesta hoy seis veces más que en diciembre de 2017 y los ingresos enflaquecieron.
** “Este informe es una fotografía de una experiencia compartida, para reflejar cómo la pérdida de valor de nuestros pesos afecta nuestra vida. Un par de pizzas caseras, dos cervezas, una gaseosa y un heladito, en 2017 nos salía 580 pesos y hoy cuesta 3.400 pesos; seis veces lo que costaba”, calculó Natalia Ariño, economista de la Fundación FADA.
** El Changómetro muestra la foto de cuatro adultos que se juntan a comer y hornean dos pizzas, una especial y una de palmitos. Un par de birras con una gaseosa se hace imprescindible, y compran un pote de helados para rematar el menú, ritual de fin de semana que se vio afectado con la sextuplicación de su costo. Súmele la inflación de abril y mayo, pero no me afloje, hay que juntarse aunque de postre haya que optar por mandarinas robadas.
** La inflación no pegaría tan fuerte si los salarios acompañaran la corrida y eso no está pasando. Al comparar diciembre 2017 y marzo 2022, la misma Fundación halló que los salarios reales promedio cayeron un 21%. Los trabajadores del sector privado registrado perdieron un poder de compra promedio del 17% y el sector público 18%. Los no registrados, con un 34%, son los más perjudicados. “Un trabajador informal que ganaba 1.000 pesos hace cuatro años, hoy gana 660”, completa Ariño.
Haciendo amigos por el mundo
** Como sea, estas situaciones relatadas son para algunos un problema y para otros una oportunidad. Para los que tienen capacidad de ahorro, en lo que va de abril y mayo arrojó mejores dividendos invertir en pollo, aceite de oliva, café, fernet, dentífrico y masa para tartas, que comprar dólares. Ni hablar de los que tuvieron la visión de almacenar espárragos y alcauciles, que rindieron entre el 30 y 40% en un mes. Es decir… hay oportunidades de inversión financiera más rentable que solo correr tras el billete verde.
** Otra posibilidad es apostar a la próxima contradicción de Alberto. En Rusia se ofreció a Putin como puerta penetrar en América latina y enojó a Whashington justo cuando nos estaban ayudando a cerrar el acuerdo con el FMI. Después condenó la invasión a Ucrania y la agencia oficial rusa Sputnik lo acusó de “traidor” e “hipócrita”. Viajó a Alemania donde le preguntaron si para nuestro país es mejor Europa que China y respondió que sí, justo cuando Santiago Cafiero estaba programando un viaje a Beijing para roscar acuerdos…
** El siguiente cálculo porcentual nos dice que el 50% de nuestra felicidad pasa por nuestras propias decisiones cada día, sin depender tanto de lo que Alberto haga o diga. Se elige cada día cómo vivir y se puede reelegir al día siguiente.