Mujer acusa a policías de golpearla y falsificar un testimonio
Nogoyá.- El 17 de febrero fue noticia la detención de una mujer de sesenta años por el supuesto delito de incumplimiento judicial y resistencia a la autoridad. Se le hizo ese cargo por haber incumplido lo dispuesto en un oficio del Juzgado de Familia y Penal de Niños y Adolescentes, al no querer retirarse del domicilio sito en calle Agustín Anza, Barrio AMAR, que estaba ocupando, el cual debía ser reintegrado a la ex pareja de su hijo, bajo apercibimiento de dar intervención al Ministerio Fiscal.
Al ser notificada de dicho mandamiento judicial, la mujer ofreció resistencia, no acatando la medida y agrediendo a la oficial interviniente, por lo que fue aprehendida y trasladada en calidad de detenida. Días atrás, la acusada de incumplimiento judicial realizó una serie de denuncias cuestionando el procedimiento.
Lidia Noemí Fontana, ex empleada municipal y dirigente sindical de ATE, narró ante Diario UNO que le había prestado la casa a su hijo, donde ella también vivía, “yo estaba de viaje. Debo entrar a mi casa y me encuentro con este lío que la mujer lo había denunciado, y que se había llevado muchos muebles. Yo ingreso con mi llave, a la noche va la Policía a decirme que le habían puesto una perimetral a mi hijo por 30 días. No era por violencia de género sino como pelea familiar; ¿por qué le tenía que dar mi casa? Yo tengo que vivir en mi casa. Que la Justicia le haga lugar y le dé amparo a ella, no se lo tengo por que dar yo, porque no es la casa de mi hijo”.
Luego la mujer lamentó: “Acá cualquiera va y hace una denuncia, no se constata nada si es verdad o mentira. Había una denuncia, a mi hijo nunca lo escucharon y entonces vienen por mí a decirme que tenía que retirarme de mi casa con una orden judicial”.
Allí comienza el episodio que terminó con violencia: “Les pido leerla y siempre me negaron leer la nota. Yo les dije que entonces iba a llamar a mi abogado, dos veces le insisto. Les digo ‘la voy a firmar, no tengo problemas, pero quiero leerla, quiero saber qué voy a firmar’. El policía dice ‘no, a usted no le pertenece, usted firme y ya está’”, relató Lidia, y siguió: “Cuando giro para ir a buscar el teléfono a la cocina para llamar a mi abogado, la policía mujer me agarra del pelo y el hombre me da un golpe de puño, todo adentro de mi casa. Le empiezo a decir ‘me pegaste, me pegaste’, y me dice ‘no, usted se golpeó sola con la puerta”.
“Me tuvieron 18 horas detenida”, agregó Lidia, a quien el médico policial revisó y sacó fotos, donde quedó registrado el golpe que sufrió en el rostro. La Policía dice que se golpeó con una puerta.
Cuando estaba en medio de los trámites para recuperar la libertad, Lidia dice haber escuchado lo que decía un policía: “Dicen que mi hermana había declarado que yo era rebelde, que estaba muy alterada, que me pegué sola, todas esas cosas y más. Digo ‘estamos todos locos’, la llamo a mi hermana, que tiene 75 años, y me dice ‘no, Lidia, cómo pensás que yo voy a decir eso’”.
Según la versión de la mujer, su hermana le dijo que nunca había declarado, que habían ido a su casa los mismos dos policías con un acta prearmada, manuscrita, para que la firmara, le agregaron su nombre, apellido y documento. La señora mayor les dijo que iba a buscar los anteojos para leerla antes de firmar, pero los uniformados le habrían insistido que no, que solo tenía que firmar. Por esto, presentó en la Fiscalía una nota donde desmiente esa supuesta declaración falsa, y denunciando que le armaron el testimonio.
“Después la mujer (policía) dice que yo la golpeé, si la hubiese golpeado ¿no me iban a sacar esposada? Yo salí caminando de mi casa, de eso hay testigos”, contó Lidia.
Luego de varios días la mujer logró recuperar su vivienda, donde solo había un lavarropas, un termotanque, la alacena y dos o tres cosas personales suyas. “A la casa la desvalijaron , le llevaron 50.000 pesos a mi hijo, la documentación personal y de los vehículos. Nunca se le hizo un allanamiento a esta persona”, lamentó la señora, y agregó: “Mi hijo hizo la denuncia y la Policía y la Justicia nunca hicieron nada”. En esta historia, como ya es un clásico cuando una persona resulta lesionada en un procedimiento policial, la mujer tiene una imputación de la Fiscalía por los delitos de Desobediencia judicial, Resistencia a la autoridad y Lesiones. La causa está a cargo de la fiscal de Nogoyá, quien ahora tiene dos denuncias cruzadas para esclarecer: las presentadas por la Policía de Nogoyá y las que formuló Fontana y su hermana, con el patrocinio del abogado Horacio Barreto. Tanto por los presuntos apremios ilegales como por la presunta falsificación del acta con el sospechoso testimonio de la hermana. La mujer no quiere acordar una probation para cerrar la historia en la Justicia, sino que pide que se investiguen para conocer la verdad.