Adrián Esteban Haberkorn
“Mi historia con la radio comenzó el 14 de diciembre del 87”
En diciembre de este año serán 35 años que Adrián Esteban Háberkorn comenzó en la radio • Además, cumplió 33 años al frente del programa radial El Show de los Elegidos. Aquí, su historia.
Crespo.- El Show de los Elegidos tiene 33 años y su conductor Adrián Esteban Haberkorn sabe que ’33 son mejor de mano’. Un clásico animador de la tarde, con una formación empírica muy sólida en su oficio, trasmite buena onda desde el micrófono y es “un tipo querido” (aún por los hinchas de Boca, bromeamos, para ponernos a su altura).
En un diálogo distendido con Ezequiel Carlson para las producciones en video de #HistoriasParaContar que en Paralelo 32 publicamos en Youtube, el conductor y animador reflexiona sobre el tiempo. “Cuando miras para atrás te das cuenta de que es una vida. Y en realidad es la historia de nuestro trabajo. Y fue pasando el tiempo con un montón de incertidumbres sobre si seguir o no, donde los primeros diez años fueron muy difíciles porque no daban los números para nada y el proyecto no parecía ser sustentable. Y siempre fue el ir a pasar el tiempo como cuando empecé a hacer radio. Fue un juego que me gustó, aunque probé trabajar en otros medios, pero la radio siempre fue lo mío”, contó.
En radio comenzó a trabajar un 14 de diciembre de 1987 a las 22:00 horas. “Ese día es mi cumpleaños, y esa noche se presentaba Teresa Parodi en un show que brindaba por la inauguración de la concesionaria Renault en Crespo, celebrando un aniversario de la empresa Folmer. Esa noche, en la primera radio en el 98.3 de los hermanos Furlán; de quienes era amigo y que estaban buscando con qué rellenar la noche, arrancamos con Axel Kaheler, el ‘Chino’ Sosa, Gustavo Comas, y alguno que otro más que no recuerdo, con los que fuimos a pasar el rato”, relata nuestro entrevistado. “Estaba al lado el kiosco del 30 (José María Villagra), y en un momento quedó abierto el micrófono; se había ido el tema y nosotros hablando de fondo; así que nuestro único oyente, que era el vecino, se cruzó a avisarnos que estábamos saliendo al aire hablando sandeces. Ahí empezó mi historia”, recuerda Adrián.
Previo a esta experiencia, en su adolescencia fue la voz comercial de las transmisiones de fútbol que ejecutaba Enzo Mildemberger, que por ese entonces escribía, además, la sección deportes de Paralelo 32. “Y Enzo me pasaba a buscar los domingo a la una de la tarde. Me despertaba recién de la noche anterior. Enzo renegaba conmigo porque encima le caía con bermudas floreadas”, recordó el entrevistado cuyas ocurrencias siempre son celebradas con una sonrisa.
-- En esos primeros diez años, ¿Qué era lo que te convencía de que tenías continuar?
--Yo soñaba. Porque cuando arrancás soñás, y puede darse que tengas éxito pero económicamente no se refleje, pero esas ganas de hacer lo que te gusta te sigue motivando.
-- Es conocido tu fervor por River y las chicanas al aire, ¿en algún momento te generó problemas?
--No, para nada. Solo una vez tuve un altercado con una persona que estaba tomada y fue a la radio enloquecida, pero no pasó nada. Esa misma persona después me pidió disculpas por la situación, y con el tiempo terminó siendo quien me corta el pasto. Pero hay que tener en claro que, aunque soy fanático de River, la mayoría de los partidos no los miro, así que no sé de qué me hablan, pero miro un compacto y tiro algunos tips al aire para que se enganche el oyente, y cuando pierde River el programa se hace solo. Pero eso es una demostración de cómo el programa llega e interactúa.
-- ¿Es difícil trabajar para el público popular?
-- Es un ida y vuelta, es lo más lindo; porque hablas con el gomero que te manda un mensaje, vivís situaciones inesperadas siempre. Se han casado y te llevan una porción de torta del casamiento, y vos no conoces a nadie, pero te lo comes igual con gusto. Esas cosas son lo maravilloso de esta profesión, este trabajo.
-- ¿Tenes hijos?
--Dos, mi nene que ya es un hombre de 28 años, que vive con su pareja, ya se hizo su casa, y me nena que tiene 22, que estudia. Ambos son el amor de mi vida. Cuando nació Nico yo tenía 22 años, así que aprendí a ser papá con él.
-- Sos bueno y constante como conductor de radio; pero ¿sentís que sos buen papá?
-- Traté de ser buen papá, y en algunas sí, y en otras no. Ahora, si me preguntas sobre mi deseo en la vida de qué título quisiera que me otorgaran, es el de ‘buen papá’. Pero en alguna oportunidad he fallado, y soy consciente de eso.
-- ¿Qué lograste, que te dio satisfacción en tu vida?, y a esta altura de la vida ¿Qué te hubiese gustado lograr y aún te falta?
-- En lo laboral, hay etapas que puedo decir que trabajé en eventos y cosas que quise hacer y donde estar o llegar, y lo hice. En lo personal, he llegado, porque mis hijos son grandes y están muy bien y encaminados. Donde quiero llegar es a ser abuelo. Pero sobre todo es el verlos felices y desarrollados a ellos, tratando de que no cometan los errores que yo cometí.