Marco Rossi, el delantero surgido en las inferiores de ADyC que hoy viste los colores de Atlético Rafaela
Buscar ser un deportista profesional, y tratar de vivir de lo que uno ama, es uno de los desafíos más grandes. Muchas veces son más obstáculos que van apareciendo en el camino, que momentos en los cuales uno puede avanzar de forma libre, y es ahí cuando la vida te va formando y viendo para qué estás.
Con los pies sobre la tierra y con una humildad importante para este tipo de momentos, el joven Marco Rossi continúa buscando cumplir su objetivo: poder vivir del fútbol. Con 15 años, el nacido en las filas de la Asociación Deportiva y Cultural, hace más de una temporada viste los colores de Atlético Rafaela, una institución reconocida en el país que no solo juega Liga Rafaelina, sino también disputa la Segunda División de AFA.
“El objetivo es tratar de vivir de esto y poder llegar a Primera División”, comentó el delantero de la Crema en diálogo con Paralelo 32. Aprovechando la cuarentena, está en Crespo pasando los días junto a su familia. “Es complicado porque uno se aburre. Pero por suerte tengo una rutina de entrenamientos que cumplir, que me dan desde el club. Lo estoy haciendo todos los días, para que cuando vuelva no cueste tanto. Aprovecho también para pasar días con mi familia, teniendo en cuenta que después cuando me voy a Rafaela vuelvo cada tres semanas aproximadamente”, contó Rossi.
–¿Cómo llegó la oportunidad de sumarte a Atl. Rafaela?
– En su momento tuve pruebas en otros clubes, hasta que Hernán Heinze me consiguió una oportunidad en Atlético Rafaela. Hice la prueba y enseguida me dijeron que a la semana tenía que volver y empezar a vivir en la pensión. Fue todo muy rápido, porque para mí no hice una buena prueba.
–¿Te costó la inclusión?
– Desde un principio me inserté muy bien y me acostumbré rápido a otra vida. Tuve la oportunidad de hacerme muchos amigos, que hicieron todo más llevadero. Con respecto al día a día, es una linda ciudad para comenzar; no es muy peligrosa y tiene cosas que se parecen a Crespo. De mi ciudad extraño a mis amigos, la escuela y obviamente el club.
–¿Cómo es un día habitual tuyo?
– Voy a la escuela a la mañana, actualmente estoy haciendo tercer año. Después por la tarde me toca entrenar.
–¿Qué significa Cultural para vos?
– Cultural es todo para mí, siempre voy a estar agradecido al club porque si no me hubiese formado ahí, no podría estar jugando en Atlético.
En 2018 Marco integró la categoría Sub 13, que salió campeón de forma invicta de la Liga de Fútbol de Paraná Campaña. Con respecto a esto, recordó: “Fue un gran campeonato, más que nada en lo grupal porque siempre estuvimos unidos y a pesar de tener bajas, supimos salir adelante en cada momento. En lo personal también fue muy bueno, ya que además de ser campeones, pude ser goleador.
–¿Ese buen torneo te sirvió para pasar a Atlético?
– Sin dudas, porque fue el año donde más me destaqué y pude hacer mi juego. Creo que gran parte es gracias al equipo, que me permitía jugar así.
–¿Es difícil irse a vivir a otra ciudad con 14 años?
– Sí, es difícil. Es como irse a estudiar afuera, es sacrificado; pero si uno tiene un objetivo, se hace un poco más fácil porque se pone la cabeza en esa meta. Si bien cuesta dejar la familia y los amigos, el sueño mío es claro y tuve que irme para poder cumplirlo. Además, tengo la oportunidad de ser constantemente apoyado y acompañado por mi familia, y eso hace que uno extrañe menos.