Marcelo Carraza asumió el rectorado de la Basílica de Aránzazu

Victoria.- El nuevo Rector de la Basílica Nuestra Señora de Aránzazu, Marcelo Carraza, gualeguaychuense ordenado en 1999 es acompañado por el Padre Milton Senestrari (Vicario) y los diáconos Maximiliano Vanerio (próximo a ordenarse) y Carlos Paniagua.
Asimismo, Carraza oficia de Administrador parroquial de San Roque Montpellier, figura que aclaró a Paralelo 32 viene a representar un carácter menos permanente o estable del que tiene la investidura de párroco. “El objetivo es conformar un equipo de trabajo y de diálogo entre todos (sacerdotes y diáconos) para continuar la labor que venía llevando adelante Héctor Trachitte”, quien desde el pasado 25 de febrero tiene como responsabilidad las parroquias Sagrada Familia y Santa Teresita, además de la administración parroquial de Nuestra Señora de Lourdes (San José de Gualeguaychú).
Carraza dijo que conoce muy poco de Victoria, más allá de haber hecho retiros en la Abadía de los benedictinos; y de las referencias que obtuvo de otros pares que ya estuvieron en las siete colinas como sacerdotes. “Sabemos que llegamos a un lugar que está impregnado de muchos aspectos religiosos que fueron marcando el pueblo y luego la ciudad, además de seguir experimentando un crecimiento poblacional por lo que hemos podido notar en los datos del último Censo”.
— Consultando referencias tuyas, nos hablaron de una formación como biblista, ¿qué nos podés comentar al respecto?
— “Estudié en Buenos Aires un apartado de Biblia antes de finalizar mi ordenación en el Seminario. Comencé estudiando dogmática y luego pasé por una cuestión que me parecía se necesitaba más, que era el estudio de la Biblia propiamente. Así obtuve un título en ese aspecto, y desde allí, tal vez no me centré en el estudio del tipo investigación, biblista de ciencia dura, sino más bien en la enseñanza pastoral desde los seminarios diocesano de Gualeguaychú y arquidiocesano de Rosario”.
— En un mundo donde la lectura en papel es cada vez más esquiva, breve y segmentada; en la que desde el soporte de Internet se capta las nuevas formas del texto imagen, o del hipertexto, ¿cómo se encara ese desafío de esta Biblia de los cristianos y la divulgación de su contenido desde las nuevas tecnologías?
— “Por un lado lógicamente es un tiempo donde se lee poco; o desde otros aspectos o dimensiones. La capacidad de estar frente al papel, sea un periódico, libro, etc. es mucho mayor que la de estar frente a una pantalla, y claramente nos cansamos antes. Pero respecto de la biblia, no busca ser un texto escrito, sino un instrumento del que se vale para hablarnos a cada uno de nosotros, sus hijos. Por ello, no tiene mayor sentido leer la Biblia como si fuera una novela, de principio a fin; sino repito, como un instrumento desde el que Dios me habla a mí para la vida, ayudándome a buscar los caminos para ser feliz, obtener el bien mío y de mis semejantes”.
Añadió que los dispositivos electrónicos que hoy tenemos al alcance, “terminan siendo una posibilidad más de llegar a más personas, un texto corto, una imagen, pueden contribuir en ese sentido, de promover una reflexión y diálogo con Dios en la oración”.