Mara Hollmann, su historia emocionó a todos e inspiró un libro
Siempre es de destacar la entereza y solidaridad de cada familia donante en un momento de dolor, con la zozobra que se vive ante la pérdida de un integrante, más aún si es un menor de edad. Es que las donaciones pediátricas tienen una particularidad que las diferencia de las donaciones de adultos. En estas últimas, la ley prevé que se respete la voluntad de la persona que fallece, cuando han declarado su voluntad de ser donante. En el caso de menores, son los padres o tutores los que deben dar su consentimiento para llevar a cabo la ablación.
Hace aproximadamente un año y medio atrás, un angelito partió de la tierra y la decisión de sus papás le permitió seguir viviendo a Mara Hollmann, niña que en ese momento tenía 4 años y medio, oriunda de Paraná pero con estrechos lazos familiares en Crespo.
El 20 de noviembre de 2020 se cumplieron once meses desde que había ingresado en emergencia nacional del Incucai, necesitada de un trasplante de corazón para seguir viviendo. La fe de sus padres Gerardo Hollmann y Analía Grecco, logró su premio con la aparición del ángel donante.
Un viernes a la noche recibieron la noticia de que había un donante infantil que permitiría el trasplante cardíaco. El operativo de ablación continuó en la madrugada del sábado 21. Ese día a mediodía Mara ingresó al quirófano del Hospital Italiano de Buenos Aires para el trasplante de su deteriorado corazoncito. Luego de seis horas, la angustia le fue dando paso a la tranquilidad.
Su historia y el cumple
La pequeña nació con una cardiopatía congénita y desde los primeros meses de vida fue sometida a reiteradas intervenciones quirúrgicas. Estuvo once meses en lista de espera del INCUCAI. A pocos días de haber recibido el trasplante en 2020, el 4 de diciembre recibió el alta ambulatorio y comenzó una nueva vida, tuvo su segunda oportunidad.
El pasado 15 de junio Mara cumplió 6 años. “Hicimos un esfuerzo para poder festejarle su cumple el viernes 17 de junio, con sus compañeritos de escuela y algunos familiares y amigos de la familia. Agradecemos a todos sus oraciones, entendiendo que esto es un verdadero milagro de Dios, que ella pueda estar así de bien hoy, andar, festejar, ir y venir como una nena normal. Estamos muy emocionados. Gracias por seguir acompañándonos con las oraciones. En algún momento iremos a Crespo para que todos la puedan conocer, tal vez a alguna misa, para agradecer por todo este gran milagro”, dijo su mamá Analía en un audio que envió a través de WhatsApp.
Gerardo, por su parte, comentó a Paralelo 32 que “Es algo con lo que tenemos que convivir para siempre. Es un implante, un órgano extraño que se incorpora. Lo tenemos claro. Pero por eso mismo también valoramos y disfrutamos ahora este momento”.
La esposa de Gerardo es oriunda de Crespo. Los papás de ella también son de esta ciudad, aunque están viviendo en Paraná. Los hermanos de su esposa también viven en la Capital Nacional de la Avicultura.
El papá de la pequeña comentó a este medio que “Mara hoy está bien. Estamos súper contentos. Ahora ya puede hacer una vida casi normal, por su salud y por una pandemia que por suerte está más relajada. Está escolarizada, va a 1º Grado, le va muy bien, se está adaptando a la escuela y es un punto a favor. El año pasado hizo durante tres meses Jardín de 5 años, así que no fue mucho el tiempo en que estuvo en una institución escolar. Para ella todo es nuevo, agradable, está aprendiendo, se va poniendo al día y va a pasarla bien. Está disfrutando de esta etapa”.
Enfrentar los problemas
“La vida nos cambió para siempre desde que nos enteramos de su problema y de que iba a trasplante. Cuando llegó su donante, cuando se recuperó, cuando pudo volver a Paraná, todos son momentos que no olvidaremos jamás, y desde entonces todos los días la vida nos cambia. Digo esto porque aprendimos a disfrutar, a ver y valorar muchas cosas de otra forma al pasar por esta instancia. Hoy tenerla así, tan bien, hace que todo lo demás sea secundario”, comentó.
“Pudimos acomodarnos, pasamos por todas las situaciones, ya que supimos vivir en lugares alejados de nuestra casa, solos, sin familiares, conociendo gente que nos fue ayudando”, dijo. En ese sentido, Gerardo nombró a una persona especial. “Estuvo durante el fin de semana largo en Paraná Marilú Carlessi, que para nosotros es una persona muy importante porque fue la que nos abrió las puertas de su casa durante todo ese tiempo complejo y es la que nos da también su lugar cada vez que ahora debemos ir por controles. Vino a disfrutar del cumple de Mara y a pasar unos días con nosotros. Ella ya es de nuestra familia”, agregó.
Números
En nuestro país anualmente se realizan entre tres y cuatro ablaciones pediátricas de corazón. Consciente de que no es fácil lograr un trasplante pediátrico, Gerardo no deja de agradecer una y otra vez a la familia donante. Del mismo modo destaca la voluntad de esos valientes papás que en el momento más difícil de sus vidas y en medio de tanto dolor, dieron el consentimiento y donaron los órganos de ese niño para que pueda vibrar en otros pacientes.
Sin eso, la historia tal vez hubiera tenido otro final. El final feliz para Mara lo decidieron esos papis que hicieron propia aquella frase que dice que “Los órganos no van al cielo. Si se quedan en la tierra, salvan vidas”. La propuesta de Gerardo fue y sigue siendo hablar de donación pediátrica. Entiende que es la clave, para reiterar una y otra vez que donar es vida y que los órganos no van al cielo. Y si se quedan en la tierra, salvan vidas.
«Un corazón para Mara»: la campaña que inspiró un libro
La escritora entrerriana Mercedes Daneri contó que se basó en el caso de la pequeña para concientizar a las infancias sobre este acto de amor tan grande. Daneri escribió «El tesoro de Simona», un cuento infantil que concientiza sobre esta lucha, inspirado en el caso de Mara. “Narra el cuento de una niña que se entera de que su hermana va a trasplante. De forma didáctica explica cuestiones que tienen que ver con la donación de órganos pediátricos, porque hablar de esto es importante y la escritora encuentra la forma para presentar el tema. Ella nos preguntó si no teníamos problemas en que se utilizaran datos de la vida de Mara y de cómo su hermana Maitena se enteró de la noticia, que tal vez no fue la más adecuada. Y a partir de eso aparecen muchas otras situaciones. De todo eso habla el libro”, explicó Gerardo a nuestro cronista.