Sociedad
Los papás del presente
La paternidad en los tiempos que corren • Qué se espera del rol paterno y cómo traduce en la realidad esas expectativas.
Victoria.- ¿Qué es ser padre? Hay padres ausentes, que fueron a comprar cigarrillos y jamás volvieron. Hay padres presentes, cuya figura inspira y aterra por igual. Hay hombres que eligen no tener hijos frente un panorama económico que frustra sueños e impide el desarrollo. Hay diferentes realidades, pero en general hay una idea del padre, proveedor, fuerte, seguro, casi un superhéroe, una figura inabarcable.
Cuando niños, la comparación entre superhéroes es inevitable: “Mi papá es mejor que el tuyo, es más fuerte, tiene un mejor trabajo, es más alto”. Después, con el tiempo, el superhéroe comienza a flaquear: ya no es tan alto, ya no es tan fuerte, ya no tiene el mejor trabajo. De adultos, se le da alcance a la realidad y papá (en el mejor de los casos) es un hombre como los otros, pero que, como ninguno, nos amó, enseñó y acompañó. Aunque en este último caso papá ya no tiene super poderes, su figura vuelve a ser magnánima. ¿Podré yo algún día ser la mitad de bueno de lo que fue mi viejo? Qué voy a poder si a su edad él ya me había tenido, ya había comprado una casa, ya tenía un trabajo estable y yo… Volvemos a ser niños indefensos.
Hay otros casos. Papá fue malo. Papá nunca estuvo. Papá le pegaba a mamá. Papá era un tirano. Papá es alto, fuerte, pero no es un superhéroe. Le tengo miedo a papá. Odio a papá. No quiero ser como papá y a mis hijos les voy a dar todo el amor y la seguridad que no me dio a mí. Acá, también, la figura del padre vuelve a ser enorme.
Existe una tercera opción: la de los indolentes. De esa no vale la pena hablar.
En nuestra redacción, claro, hay padres. De esos que aprendieron a serlo ya sea persiguiendo la sombra del superhéroe o combatiendo al villano. En este caso, hablamos con Walter Auer, quien diagrama y ordena estas páginas. Walter tiene cinco hijos; tres varones y dos niñas. Con tiempo, amor y comprensión fue siguiendo su camino como padre.
En relación a su visión de la paternidad, hace una comparativa y análisis retrospectivo. “Cada día son más notables las presencias de los padres en la crianza de los niños. En el parto, en las noches acunando o acompañando a la madre, cambio de pañales y baños. Las salidas de la escuela era un lugar casi exclusivo de madres y hoy eso ha cambiado muchísimo”, comienza.
“El caso es que ser padres en la actualidad implica mayor compromiso. Hoy papá también mima y llora. Estamos ante un cambio de paradigma, estamos ante el papá 2.0”, teoriza.
“De más está decir que hablamos de aquellos varones que deciden cubrir el rol de padre, el protector que no solo aporta bienes, sino también tiempo y dedicación. En muchas ocasiones, los padres de hoy no son los progenitores, pero como decía Luigi Zoja, psicoanalista junguiano, en su libro El gesto de Héctor, que el padre siempre tiene que adoptar al hijo cuando éste nace para hacerlo suyo, en contraposición con la madre que tiene una relación unitiva desde el embarazo. La relación del padre, en cambio, siempre es desde fuera”, continúa con su reflexión.
“Generar un vínculo entre padre e hijo conlleva una serie de pautas y actitudes que forjan una relación muy fuerte. Hacerlo partícipe en todas las etapas, desde los controles del embarazo. En mi caso puedo compartir una experiencia personal. Una de mis hijas, que nació por parto natural, durante varios segundos seguía en apnea, no quería respirar y no tenía ninguna dificultad. Yo, que la acompañé desde que salió del vientre, comencé a hablarle como lo hacía durante el embarazo y, abriendo sus ojitos, tomó mi nariz y comenzó a respirar con normalidad. Esto mientras la pediatra le realizaba masajes y terminaba con las intervenciones de rutina”, narra.
“Todavía no alcanzamos a dimensionar la cantidad de cambios sociales que dejó la pandemia y los avances tecnológicos son tan rápidos y penetran de una forma tan profunda en la cultura que el padre de la década del 20 dista mucho del padre de fines del siglo XX, pero en estos cambios el rol paterno sigue siendo fundamental para la crianza de personas sanas. Hoy, el ser papá está rodeado de muchos cuestionamientos por lo económico, el tiempo que demandan, la duración de las parejas, que acarrean una serie de problemas sociales, obligando a los hijos, involuntariamente, a tomar parte en las disputas de los adultos”, señala.
Por último, concluye: “Papá en casa, cumpliendo su rol, es imprescindible en la familia, un rol tan importante como el de la madre, aportando experiencias, actitudes y situaciones necesarias para el buen funcionamiento del sistema familiar”. No existe un espejo general en el que todos podemos ver a nuestros padres reflejados. Cada lector vivirá el Día de Padre a su modo, con sus experiencias como padre o como hijo. Elegimos compartir esta experiencia para seguir reflexionando sobre qué significa ser padre.