Política
Lo que se pierde cuando nadie mira

Dos propuestas legislativas apuntan a reparar ausencias: una en la asistencia a víctimas de violencia, otra en la preservación del patrimonio local
Victoria.- La concejal Ailén Guerra presentó dos proyectos que parten de una misma preocupación: lo que se borra en el silencio. La falta de información accesible para mujeres en situación de violencia y la desaparición lenta de las rejas artesanales de hierro tienen algo en común: ambas son señales de lo que pasa cuando dejamos de mirar.
¿Qué nos está faltando ver como ciudad? ¿Dónde se corta el lazo entre lo que se necesita y lo que el Estado ofrece? Esas preguntas movilizan a la edil (Somos Victoria – Frente Más por Entre Ríos), quien dijo a Paralelo 32 que ese fue el motor para impulsar dos proyectos que no llegaron por agenda legislativa sino por demanda social: uno vinculado al acceso real a la información en casos de violencia de género, y otro al rescate de un patrimonio material que se está perdiendo sin que nadie lo note.
Desde su banca, Guerra advierte que tanto el cuidado de las personas como la preservación de lo propio están en riesgo por una misma causa: la invisibilidad.
“Hay mujeres que no saben a dónde ir o qué hacer cuando están en peligro, porque la información no está clara, actualizada ni accesible. Y hay rejas que desaparecen de un día para el otro, piezas que forman parte de la historia de la ciudad. En ambos casos, lo que se borra es parte de lo que somos”.
La urgencia de saber adónde acudir
Victoria cuenta desde hace años con una ordenanza que obliga a locales y oficinas a exhibir carteles con teléfonos de asistencia en casos de violencia. Pero según Guerra, esa norma está desactualizada y mal implementada: “Muchas veces el cartel ni se ve, o tiene números que ya no funcionan. Si esa es la puerta de salida para una mujer, no puede estar cerrada o en ruinas”.
El nuevo proyecto propone actualizar esa normativa y ampliar su alcance: la cartelería deberá estar presente también en taxis, colectivos del TUM, clubes, escuelas, centros de salud, espacios públicos y templos. Además, deberá incluir un mensaje directo y empático: “En Victoria te escuchamos, te acompañamos, te cuidamos. Todos los días, 24 horas”.
También se establece que ante cualquier cambio en los números de contacto, la Municipalidad deberá lanzar campañas de difusión para que nadie quede desinformado.
“Esto no es un trámite. Es una política de cuidado que tiene que estar viva y presente donde la gente realmente circula”, remarcó.
Rejas que cuentan quiénes fuimos
El segundo proyecto también parte de algo que se está perdiendo sin que se registre: las rejas artesanales que decoran muchas casas del casco histórico. Hechas en hierro forjado por inmigrantes italianos, son parte de la identidad visual y cultural de Victoria. La Ley Nacional Nº 25.686 reconoce al Casco Histórico como Bien De Interés Nacional, pero en la práctica, muchas de esas piezas se deterioran, se venden o directamente se tiran.
La propuesta legislativa busca declarar a las rejas de interés patrimonial local, crear un Registro Municipal, establecer beneficios fiscales para su conservación y generar herramientas concretas de promoción y protección.
“No podemos seguir dejando que el patrimonio desaparezca sin que nadie lo note. Estas rejas son historia viva, son huella de los que vinieron antes y también una forma de mostrarnos hacia afuera.”
Una lógica común: visibilizar lo que importa
Aunque traten temas distintos, ambos proyectos responden a una misma lógica: visibilizar lo que el apuro cotidiano deja de lado. Guerra afirma que llegó a estas propuestas escuchando a la gente, caminando los barrios y charlando con organizaciones sociales, no desde el escritorio.
“Presenté esto porque lo vi en la calle. No alcanza con decir que hay información, ni con tener leyes que nadie cumple. Hay que darles cuerpo, hacerlas realidad.”
Las ordenanzas ya fueron elevadas para su tratamiento en comisión, pero la concejal subraya que el compromiso comunitario es lo que puede volverlas efectivas: “Lo que no se nombra, no existe. Por eso necesitamos hablar de estas cosas, compartirlas, activarlas. Porque el cuidado también se construye entre todos”.