“Lo que debemos focalizar es que si estamos mal debemos aprender a pedir ayuda”
Crespo.– La psicóloga Paula Martínez trabaja con la problemática del suicidio, especialmente entre adolescentes. El mes pasado realizó una jornada de capacitación y concientización para docentes y profesionales en la Escuela Nº60 del Bicentenario. Antes de la charla “Riesgo suicida en adolescentes: detección y prevención”, la profesional dialogó con Paralelo 32. Al comienzo de la entrevista, Martínez señaló que el suicidio “en la franja etaria de 10 a 24 años es la segunda causa de muerte; entonces hay que poner el problema en agenda. La Organización Mundial de la Salud ya dijo que es una cuestión de urgencia poner en agenda este tema”.
– ¡¿Segunda causa de muerte?!
— En esa franja etaria. Por lo cual tenemos que empezar a preocuparnos y ocuparnos. Nos cuesta mucho porque es la muerte. Es la muerte. Y a la gente de preocupa mucho, y tiene miedo que si se ocupa va a haber más muertes. En realidad, cuando hablamos de prevención debemos hablar de la promoción de la vida. Cuando cambiamos el enfoque y hablamos de la promoción de la vida es ahí donde podemos empezar a trabajar. Está la ley 27.140, de Prevención del Suicidio, que existe desde 2015 y Entre Ríos adhirió el año pasado, en julio de 2018. Esta ley tendría que implicar que cualquier persona en riesgo debería recibir asistencia, que deberían darse más charlas sobre concientización y capacitación, pero es algo que no está sucediendo.
Multicausalidad
– Un chico de 10 o 12 años que se suicida no parece tener las mismas razones que un joven de 24.
— En realidad, hay una multicausalidad en esta situación, que depende de cada chico, de cada individuo, son todos mundos distintos. Normalmente, los chicos más chicos se relacionan más con situaciones agobiantes de vida, como la violencia y el abuso. De más grande también puede ser, por haber sufrido violencia pero se le pueden sumar, tal vez, otros factores. Pero no hay una causa por edad o por tema, sino que es multicausal.
– ¿Qué síntomas debe tener en cuenta la persona que vive junto a alguien en riesgo de incurrir en conducta suicida?
— Debemos prestar atención a algunas señales, como cambios de conducta; expresiones de no querer vivir más; expresiones de que la vida les resulta muy pesada. Hay muchas cosas que se ven a través de las redes sociales, como los ‘estados’ en Instagram o en Whatsapp; publicaciones en Twitter. Los chicos se manejan mucho con las redes y ahí es donde vemos muchas expresiones. Hay que estar más alertas y pasa mucho esto que dicen ‘lo hacen para llamar la atención’. Entonces, la verdad es que si dicen que lo hacen para llamar la atención, por favor, den atención a los chicos.
– Se lo minimiza…
— Mucha gente, los adultos, cuando decimos ‘lo hace para llamar la atención’, muestran una actitud bastante despectiva, no es una buena actitud. Como decirle ‘no te voy a dar bola…’ Y yo creo que si alguien está haciendo algo para ‘llamar la atención’, lo mínimo que debemos hacer es ‘prestarle atención’. Sobre todo, cuando hay chicos que se cortan, que se sienten mal, que se los ve cansados. Por favor, prestémosle atención a estos chicos.
Autoestima de los chicos
– ¿Qué cosas de la vida en familia y en pareja se trasladan a un chico, para llevarlo a una situación ‘pre suicida’?
— Nosotros socavamos mucho la autoestima de los chicos. Les decimos que son unos inútiles, que no sirven para nada. Les hacemos las cosas, no les permitimos que vayan adquiriendo responsabilidades. ¿Por qué? Porque un chico que piensa que es un inútil, piensa que no sirve para nada y para qué está. Además, eso los padres se lo van alimentando. A veces, cuando malcriamos a nuestros hijos y les hacemos todas las cosas, en realidad lo que les estamos diciendo es ‘vos sos un boludo, no servís para nada, entonces las cosas te las tengo que hacer yo’. Después, estos chicos van al mundo universitario, cuando terminan la secundaria, y no saben ni cocinar un huevo duro. Porque los padres no les hemos dado los recursos necesarios para poder defenderse en el mundo. Eso es lo que nos está faltando en muchas situaciones, y la autoestima se alimenta brindándoles a los chicos la seguridad de que sí pueden hacer las cosas. Obviamente, de acuerdo a cada edad. Pero hay que aprender a poner límites de acuerdo a cada edad, es muy importante. Un chico que no tiene límites no sabe para dónde ir, está boyando. Los padres se han vuelto muy permisivos y, entonces, los chicos están desorientados, porque no saben qué está bien, qué está mal.
– ¿Esos dilemas éticos también influyen en una conducta suicida, no saber qué está bien y qué está mal?
— No es solamente eso. Estoy hablando de la construcción de la autoestima y la tolerancia a la frustración. Los chicos están acostumbrados a la inmediatez de todo lo que quieren. Estamos acostumbrados a conseguir todas las cosas a través de las redes, cualquier cosa que queremos saber la buscamos en las redes. Entonces, la tolerancia a la frustración al volverse baja, cuando en alguna cosa les va mal, rodeado de otras características, no es lo único, hace que piensen ‘listo, esto no tiene más sentido porque no lo puedo hacer’. Se termina mi vida en esto porque no lo puedo hacer. Lo que es muy importante, y me parece que hay que difundir, es aprender a pedir ayuda. Cuando yo esté mal, hay que aprender a pedir ayuda. Si estoy sufriendo debo aprender a pedir ayuda. No quiere decir que les voy a contar a todos lo que me pasa, pero sí debo charlar con alguien y decirle ‘mirá, estoy mal, no sé cómo hacer’. Eso ayuda no va a ser de los padres, porque por otra parte, los problemas pueden ser con los padres. Pero sí, con un adulto de referencia. Puede ser en la escuela, puede ser en un club, en cualquier lado. Hablar con alguien cuando uno está mal y aprender a sacar eso de adentro para poder pedir ayuda.
– A menudo un joven pide ayuda a sus pares, que suelen no estar capacitados para decirle qué hacer. Hay que enseñar a ayudar a los que piden ayuda.
— Sí. Los chicos en realidad suelen contarnos a los adultos. Estoy como tutora en una escuela de San Benito. Si un adulto en la escuela, según el rol de cada uno, crea un vínculo de confianza, los chicos van y se lo cuentan. No dudan ni un segundo, van y cuentan.
Ambientes culturales
– La segunda causa de muerte entre 10 y 24 años. ¿Cómo sigue la estadística en las siguientes franjas etarias?
— Lo que pasa es que ha aumentado más el suicidio en esa primera franja de edades, y es donde estamos más focalizado. Hay un montón de tentativas suicidas, hay un montón de motivos, como hay personas. ¿Por qué? Porque como somos todos distintos debemos aprender a no despreciar lo que para alguien es importante.
– La pregunta sobre el suicidio en mayores va porque pareciera existir un ambiente cultural o situación de época.
— También hay un porcentaje de personas en edades más altas con intentos. Lo que debemos focalizar es que si yo estoy mal debo aprender a pedir ayuda. Es lo que hay que instalar, que quien lea esto que sepa que por más dolor que estemos pasando, todos los dolores pasan, no son permanentes. Si nosotros pensamos en cosas que nos hayan hecho sufrir, sabemos que no son permanentes. Para que esto se me pase debo aprender a levantar un poquito la mano para que alguien me la pueda agarrar y me ayude a salir de ahí. Esto de pedir ayuda es una de las cosas que más debemos instalar desde las comunidades. Como personas en la comunidad debemos aprender a estar más atentos cuando alguien está diciendo ‘no sé cómo seguir, no tengo más fuerzas, no doy más, estoy cansado de remar’. Debemos para un segundo, porque además no paramos, y poder decir ‘capaz que te pueda ayudar, ¿qué te anda pasando?’. Y prestar el oído, sin prejuicios, sin estar dando consejos. Y quizás para mí no es importante, pero para el otro es importante.
– ¿Qué pasó con esa persona, ese adolescente, que encaró alguna terapia, que tuvo el apoyo o el interés de los padres, pero igual se suicidó?
— Hay personas a las que no se puede ayudar, que uno intenta todo lo posible y no se las puede ayudar. Esto es así. Hay algunas situaciones que tienen que ver con trastornos psicológicos, como esquizofrenias, trastornos border y otros tipos de trastornos. Estamos hablando de otra cosa, completamente diferente; depresiones profundas. Cuando hay trastornos psiquiátricos se indica medicación. Y con la medicación, normalmente, la persona está mejor y se estabiliza. El tema es si esa persona tiene la oportunidad de seguir un tratamiento para poder estar estabilizada.
La historia familiar
– ¿Hay historias de suicidios en la familia y se repiten?
— Sí, hay historias. Y muchas veces, así como se aprende la violencia, a veces se aprende esto como conducta de resolución de conflictos dentro del ámbito familiar. Porque se ve que ‘han resuelto’ de esta manera… por eso es importante, como estamos hablando sobre factores protectores o de riesgo. La familia que tiene antecedentes sumado a que alguien esté mal, es un factor de riesgo. Una de las cosas es el tema de la resiliencia, como capacidad para salir adelante, es el factor protector más grande que hay. ¿Qué quiere decir? Qué yo sí la paso mal, sí sufro porque me pasó algo, pero aprendo de eso que sufro. Y además, logro ayudar a otras personas. Si enseño en la escuela a los jóvenes a ser resilientes, si en la comunidad hago actividades que incentiven la resiliencia, voy a prevenir. De esto se trata: debemos hablar de la promoción de la vida. Porque si no quedamos hablando de la muerte y lo que quiero es que hablemos de la vida.
– ¿Hay más suicidios ahora o hay más casos registrados que en otras épocas?
— Es posible que haya más. Hay más cosas irresueltas, hay más ausencia de los adultos, hay un montón de cosas distintas a las que había antes.
– ¿Y menos resiliencia?
— No sé si tanto ‘menos resiliencia’, pero sí, mucha ausencia de nosotros, los adultos. Mucha ausencia y a los chicos los tenemos a la deriva.
Factores de riesgo para el suicidio
- Intentos previos, propios o de familiares, sobre todo si éstos han sido silenciados;
- Insomnio crónico no resuelto;
- Fracaso escolar o académico;
- Cambios abruptos en personas débiles o inseguras;
- Rupturas o quiebres afectivos o económicos;
- Accidentes reiterados;
- Incomunicación o indiferencia familiar;
- Enfermedades mentales sin atención o mal atendidas;
- Sociopatías: estafadores, delincuentes, homicidas;
- Adicciones al juego compulsivo de apuestas, alcohol, drogas, sobre todo en cuadros de abstinencia;
- Afección a las armas;
- Marginación social y aislamiento elegido o forzado;
- Enfermedades terminales, como cáncer o sida, entre otras;
- Amenazas masivas a la dignidad personal: abuso sexual; maltrato físico, verbal o psicológico; privación de la libertad.
Factores protectores ante el suicidio
Patrones familiares:
- Buena relación con los miembros de la familia
- Apoyo de la familia
Estilo cognitivo y personalidad
- Buenas habilidades sociales;
- Confianza en sí mismo, en su propia situación y logros;
- Búsqueda de ayuda cuando surgen dificultades, por ejemplo, en el trabajo escolar;
- Búsqueda de consejo cuando hay que tomar decisiones importantes;
- Receptividad hacia las experiencias y soluciones de otras personas;
- Receptividad hacia conocimientos nuevos
Culturales y demográficos
-
Integración social, por ej., participación en deportes, asociaciones religiosas, clubes y otras actividades;
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Buenas relaciones con los compañeros;
-
Buenas relaciones con profesores y otros adultos;
-
Apoyo de personas relevantes.
Detección en el ámbito escolar
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Cambios abruptos que alteren la cotidianeidad del alumno;
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Falta de interés en las actividades habituales;
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Descenso general en las calificaciones;
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Disminución de compromiso con la escuela y con los compañeros;
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Comportamiento inadecuado en clase;
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Ausencias inexplicadas, repetidas o inasistencias sin permiso;
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Participación de incidentes violentos con pares o con las autoridades.
Quién es
Paula Martínez es psicóloga y mediadora e integra y es co-coordinadora de la Red Argentina de Suicidología. Además es policía y trabaja en el área de Tentativas Suicidas en Curso desde hace muchos años. Además es profesional en el nivel secundario de educación.
Contactos: Red Argentina de Suicidología. Página web: defenderlavida.org.ar; facebook: DefenderLaVidaJuan; instagram: defenderlavida; correo: [email protected]