Ley de narcomenudeo: “Agarras al ladrón de gallinas pero no al que hace la diferencia”
Victoria.- El narcotráfico en Victoria es un problema que puede verse, más que en la violencia producida por el negocio en sí, por el daño que genera en las personas que padecen adicciones. Según fuentes policiales, lo principal que se comercia, en este orden, es cocaína y marihuana. No obstante, esto no quiere decir que sólo existan esas drogas en la ciudad. De hecho, fuentes policiales comentaron a Paralelo 32 que el narcomenudeo pasa más por la cocaína que por la marihuana, debido a que es más fácil de ocultar y genera más dinero.
Si se ve al narcotráfico como una cadena, el último eslabón es el narcomenudeo, y es éste el que la policía local puede combatir. Es decir que cuando la investigación implica combatir una organización más grande, más allá de un kiosco de droga, la policía local pasa esto a la Justicia Federal.
Según datos a los que pudimos acceder, en lo que va del año se han realizado 6 allanamientos por la ley de la lucha contra el narcomenudeo, allanándose 13 viviendas, incluida la Unidad Penal Nº 1 (Paraná).
En total fueron detenidas 15 personas y se secuestró 270 mil pesos. Se secuestraron 437 gramos de cocaína y 102 gramos de marihuana y 90 plantas. Además, se secuestraron 5 motos, 4 vehículos, un revólver y una escopeta. Todo esto, como se dijo, durante 2022.
Ésas son las cifras de la lucha contra el narcomenudeo en Victoria. Ahora bien, esta ley, a la que debe atenerse la policía, ha generado opiniones encontradas.
En un primer momento muchos sostuvieron que la ley agilizaba y servía para combatir el narcotráfico. Sin embargo, también hay quienes señalan que, si bien no se trata de una ley negativa, no alcanza para enfrentar el verdadero problema.
Para el fiscal Eduardo Guaita, “en su momento fue una buena medida, porque generó que la comunidad sintiera que se estaba trabajando en el tema. Había como un vacío a raíz de que la Justicia Federal realizaba pocos procedimientos, sobre todo en las ciudades chicas. Entonces, la ley de narcomenudeo trajo esta particularidad de que empezaron a notar que se estaba trabajando”.
Añade que “sin embargo, lo que yo advierto es que quedamos agarrando a gente de muy bajo nivel económico y que utilizan el narcomenudeo para subsistir más que para enriquecerse. Entonces, todo el recurso humano termina destinado a este tipo de problemática y no advierto que esa información siga para arriba para tener una idea cabal de lo que estamos viviendo con el narcotráfico”.
El fiscal explicó a Paralelo 32 que tan sólo yendo contra el narcomenudeo no se puede solucionar el problema de fondo. Con base en lo anterior, ejemplifica: “No es que estoy en contra de la ley de narcomenudeo, pero si te quedás sólo con esto es como agarrar al ladrón de gallinas siempre, no es que agarrás al que hace la diferencia”.
En su espíritu original, cuando la ley fue aprobada, se creía que a través de los distribuidores barriales se podría escalar en la pirámide jerárquica hasta llegar a la cabeza de la organización mafiosa, pero al parecer no se tomaron los recaudos legales e instrumentales para que así sucediera, y la cadena se corta abruptamente donde termina la facultad de un poder y comienza la del otro “La información que se obtiene en una causa por narcomenudeo debería estar articulada con otras agencias del Estado para lograr que no se quede únicamente en el ataque al vendedor, sino que llegue a los demás eslabones de la cadena de comercialización”, opina el fiscal.