Las ventas sin precio se suman a la cadena de problemas
Crecen las ventas “sin precio”, al impacto que generan las restricciones a la importación, la suba del dólar y la inflación, el problema se agudizó esta semana ante la suba del dólar blue, las restricciones, entre otras medidas que va implementando la ministra de economía Silvina Batakis.
Ventas sin precio
Muchos proveedores despachan la mercadería pero sin un valor definido y el comerciante comprador se hace cargo del riesgo de vender sin base de costos. O hace stock hasta “esperar que aclare” la situación política y económica nacional. Influyen también las complicaciones para importar insumos por las restricciones a las importaciones que tomó el gobierno nacional ante la escasez de dólares.
La situación comienza a extenderse y afecta principalmente a las pymes, que tienen menor margen para negociar ante los proveedores que les ofrecen mercaderías a precio abierto o nada. Las complicaciones se están viendo en productos como cajas y cartones de embalaje, repuestos, materiales de plástico, metales y productos químicos, entre otros. Muchas empresas pueden sobrellevar la situación durante algunas semanas, pero aparecen las dudas si la crisis se sostiene en el tiempo.
Combo de problemas
Leonardo Diez, presidente del Centro Comercial, Industrial, Agropecuario y de Servicios de Crespo se refirió al problema: “Esta situación está repercutiendo a nivel local. Es un combo que venimos planteando desde distintas entidades: CAME, FEDER, los centros comerciales. Es un combo que viene de larga data, la falta de previsibilidad, la imposibilidad de planificación tanto para el comerciante como el empresario. Hace un tiempo se viene agravando el tema del flete, por ejemplo, que impacta en todos los sectores con el faltante de gas oil y el aumento de los combustibles”.
Señaló que “hay comerciantes que no están consiguiendo determinados productos, los proveedores enviaron listas con aumentos del 15% y hasta del 40%. En otros casos se compra sin precio. Es sumamente grave”.
La rentabilidad
Para Diez, en el centro de las preocupaciones hay un tema de rentabilidad, “que es cada vez más pequeña, se reduce, no solo por el costo de la mercadería vendida, también por los insumos, realizar las ventas, el aumento de los impuestos”. A esto agregó “un panorama incierto” con las facturas de energía. “El comerciante no sabe cuánto le va a venir porque hay diferentes informaciones y no está del todo claro. Todo eso hace que se complique el panorama”.
El empresario se refirió también a las dificultades en el plano laboral. “Hubo casos en el último tiempo con comerciantes que no están consiguiendo mano de obra, porque ante la búsqueda laboral los empleados no quieren trabajar en blanco por contar con determinados planes sociales o beneficios y los perjudicaría trabajar en blanco. Junto a la falta de mano de obra calificada, complica al comerciante”.
“Desde las entidades vemos que debemos hablar de rentabilidad, es la clave de la discusión del futuro. En todo país serio se discuten rentabilidades, y a la hora de planificar es lo que se debe observar. Qué rentabilidad va a tener un negocio para ser sano, para reinvertir, crecer, asegurar el largo plazo. Es la discusión por donde va a pasar el tema”, destacó el comerciante.
Agravamiento
En materia de insumos “la situación se agravó”, según Diez, tanto en insumos para comercializar como para producir. “Hay cierta especulación en algunos proveedores. Otros no quieren vender porque no saben a cuánto van a reponer sus insumos para producir. Es una cadena que termina afectando al cliente final”.
Diez dio el ejemplo en su rubro, las heladerías, donde “no se están consiguiendo insumos como las cucharitas. Algo tan básico, que el mismo comerciante debe salir a buscar con otros proveedores, a mayor distancia. Entran a jugar otro factor como el costo del flete. Se encarece la venta, y es una cadena que termina perjudicando a todos”.