Cantante Carlos Grijalva
Las músicas de Ecuador pasó por Victoria
Victoria.- El cantante ecuatoriano Carlos Grijalva estuvo en Victoria como parte de una nueva gira por diferentes ciudades de Argentina. En este marco, dialogó con Paralelo 32.
El cantante contó que desde hace 17 años se ha dedicado casi de manera exclusiva a la música ecuatoriana y que realizó un proceso importante de investigación. Extrañamente, narró que ese proceso comenzó en Argentina, gracias a su trabajo alrededor del tango como música popular, donde encontró rasgos, comprensiones y compromiso musical entre la música y la forma de ser de una sociedad.
“Cuando viví en Buenos Aires, en 2005 y 2006, trabajé en la producción de un disco que se llama Carlos Grijalva se viste de tango, en donde trabajé con poetas, músicos y sobre todo con esta vivencia de los rasgos sociológicos y filosóficos de la música con respecto a la forma de ver el mundo que tiene el porteño y el argentino”, dijo. “Ahora, estamos llevando a Victoria parte del repertorio de tango que hicimos en ese momento. Además, incorporamos música tradicional ecuatoriana y composiciones propias”, añadió.
El perseguidor
Lo interesante de esta propuesta musical es, sin dudas, el recorrido y la experiencia que brindará. Las músicas y culturas ecuatorianas junto a las argentinas serán el espíritu de una noche imperdible.
En este sentido, Grijalva viene trabajando en una importante investigación desde hace tiempo. “Desde hace 17 años vengo trabajando en un proyecto que se llama En Clave Ecuador, en donde estoy trabajando en la búsqueda de repertorio y cuestiones que tienen que ver exclusivamente con las formas musicales tan diversas que existen en un país tan pequeño como Ecuador. Tenemos una cultura indígena de raíz muy importante cercana a los vientos y melodías y armonías andinas. También, tenemos expresiones ligadas a la música afro-ecuatoriana, que están más relacionadas con los tambores. Asimismo, hay otras culturas en las que se transformaron las músicas y las costumbres de los descendientes españoles, que también plantean una nueva forma de interpretar y nuevas costumbres armónicas y melódicas. Muchas de estas músicas van entrecruzándose y sale una cultura montubia, que tiene que ver con los campesinos de la costa. Todo eso se ha resumido en un camino, en la búsqueda no sólo de repertorio, sino de la comprensión de lo que esta música nos cuenta de los espacios que se van cruzando. También es una propuesta de contar y cantar al hombre del siglo XXI que vive esta historia y paisaje”, describió.
Inteligencia Artificial
Y como del siglo XXI se trata, los cuestionamientos del uso de Inteligencia Artificial (IA) en el arte son ineludibles. Ante este planteo, el cantante ecuatoriano expresó: “El uso de la IA en la música son elementos que no preguntan para poder entrar, sino que directamente ya son parte de lo que ha venido pasando. Probablemente nos proponga nuevos pensamientos alrededor de nuestro propio trabajo. Creo que los músicos somos seres cada vez más extraños a estas realidades tecnológicas porque los artistas vamos utilizando ciertas capacidades del hombre que no son necesariamente valoradas en los procesos actuales. Sin embargo, creo que eso dará más valor a las expresiones artísticas humanas”.
El idioma del canto
También, en el diálogo se refirió a lo que el canto representa para él. “El canto me ha permitido explorar mi propia realidad y comprenderme a mí mismo, para poder expresar e intentar sentir mis realidades y la de otros. Ha sido una herramienta de contacto con lo social, humano y espiritual. Es una herramienta de liberación que genera una magia tan especial que otros la quieren escuchar. Cuando uno canta, muchas veces el otro está abierto a escuchar algo que tal vez si no fuese cantado tendría la puerta cerrada de primera. Creo que es eso: una puerta interesante a mundos que a veces no nos permitimos experimentar desde el habla exclusivamente”, reflexionó.
Por último, referido a los consejos que daría a los jóvenes que se están formando musicalmente, dijo: “La música es como un fuego, entonces ese fuego se enciende y se mantiene mientras uno quiera. Tiene mucho que ver con el deseo, la pasión, el cuidado, el sacrificio que uno esté dispuesto a hacer. Lo único que creo que podría decir es que a lo que uno quiera dedicar su vida debería tener paciencia, cariño, amor y pasión. La paciencia es muy importante, porque hay momentos más duros que otros. Lo hermoso de ser músico no es estar hoy día en el escenario, sino todo lo que has caminado para llegar ahí. Hay que disfrutar del camino. El camino de la música es muy hermoso y lo he disfrutado y sigo disfrutando”.