“La tarea de la Iglesia hoy es acercar a la gente y recuperar las relaciones”
Victoria.- Hay un nuevo vicario en Basílica Nuestra Señora de Aránzazu. Se trata de Emanuele Zappaterra, un sacerdote italiano de 51 años que, debido a su vocación misionera, vino a Victoria. Su idea es conocer bien nuestra comunidad, ayudar al párroco Héctor Trachitte y caminar junto a la gente que lo necesite.
Emanuele dialogó amablemente con Paralelo 32. “Yo soy italiano, de la ciudad de Ferrara, región Emilia-Romaña”, introdujo el sacerdote. “De donde vengo es una ciudad tranquila. Me ordenaron sacerdote el 12 de octubre de 1996. Siempre realicé tareas pastorales en parroquias, oficinas de la curia, oficinas misioneras”, contó.
En sus más de 25 años como sacerdote, Emanuele se ha desempeñado en diferentes ámbitos, pero siempre con una vocación misionera fortísima. “En 2006 vine a Argentina, fui a Formosa. Allí, había dos monjas que también son de mi ciudad natal. Una de las dos, cuando volvió a Italia, me invitó a Argentina para vivir una experiencia misionera. Como el obispo estuvo de acuerdo, vine”, narró.
Luego de venir al país, continuó un ida y vuelta donde Emanuele confirmó su vocación misionera. En ese entonces, había pasado por Victoria sin sospechar que algún día viviría aquí.
Finalmente, este año, debido a que expresó su voluntad de venir nuestro país, lo autorizaron a hacerlo y lo designaron a Victoria para que sea vicario en Basílica Nuestra Señora de Aránzazu. Aquí, Emanuele ayudará al padre Héctor en su tarea pastoral.
En cuanto al aislamiento social vivido durante tanto tiempo y las secuelas de la pandemia, el sacerdote italiano recordó que su país fue uno de los más golpeados, por esto e hizo hincapié en que las palabras ‘aislamiento social’ son muy fuertes. Seguidamente, remarcó la importancia de fortalecer las relaciones humanas.
“Si vos cortás las relaciones, ya estás muerto. Creo que la gran tarea de la Iglesia hoy es la tarea profética de acercar a la gente y ayudar al pueblo a salir de este miedo para recuperar las relaciones. Nuestro porvenir está en las relaciones, no en el dinero”, sostuvo.
En relación a su recibimiento y primeras impresiones, dijo: “La gente de victoria es muy acogedora y amable. Me recibieron muy bien. El deseo de compartir es algo muy presente en el pueblo argentino”. En cuanto a su trabajo en Victoria, expresó: “Mi tarea pastoral será acompañar al padre Héctor. Él me está llevando a conocer los barrios. En lo personal, me gustaría caminar junto a los más pobres, hay muchas formas de pobreza. De hecho, creo que los más pobres hoy son los jóvenes porque les sacamos a ellos tantas cosas que nosotros pudimos conseguir, y no hablo de cosas materiales, sino de valores”.