“La procesión, la misa o la fiesta misma tienen sentido si abro el corazón y cambio”
Victoria.- Un nuevo y distinto año en esta relación mariana tan cercana entre los victorienses y la virgen Vasca se verá reflejado en la Novena por Aránzazu, que inició el martes 30 de agosto para culminar el 8 de septiembre con epicentro en la basílica homónima.
Sobre esta instancia hablamos con el cura párroco Héctor Trachite, quien además reflexionó alcanzando varios temas que están en la agenda de los entrerrianos hoy, desde la economía a las quemas, pasando por la necesidad de mayor espiritualidad como alternativa a un mundo donde pequeñas acciones pueden hacer una gran diferencia.
“Es la fiesta del pueblo, porque María nos acompaña desde aquellos inicios, en la felicidad y también en momentos difíciles”, comenzó diciendo a Paralelo 32.
En tal sentido, el lema: “Victoria caminemos unidos hacia Jesús, de la mano de María”, como intercesora para que siempre lleguemos a él, nuestro salvador”.
Por ello, los nueve días de esta celebración fueron pensados con la participación de María en “distintas imágenes de este peregrinar al día de la fiesta; por eso cada día habrá una frase distinta que identifique a María en el camino de la fe, preparando nuestro corazón para esta fiesta”.
—Todo este contexto de una pandemia que está cambiando, y lo que está pasando con el humedal ¿está presente en determinado momento de la Novena?
— “Sí, claro. Nosotros tenemos un día especial donde se celebra el don de la vida, y el cuidado de la casa común. Sobre el que tanto insiste la iglesia y el papa Francisco, donde justamente están estos temas. Orando para que seamos conscientes de lo que estamos dejando para quienes vienen detrás de nosotros: las nuevas generaciones”.
— La espiritualidad que se necesita para llevar esta mochila económica que tanto nos pesa, seguramente sea otro abordaje dentro de esto temas claves, ¿qué reflexión hacés al respecto?
— “Nosotros celebramos a María y pedimos que nos dé un corazón de fe. Todo esto tiene sentido: la Novena, la procesión, la misa, la fiesta, etc. Si realmente en estos días abro el corazón y cambio en el nombre de Jesús. Y de ahí, mi pequeño aporte, como ciudadano, es sumamente importante.
Yo no puedo solucionar el hambre del mundo, pero sí, con mi pequeña colaboración satisfacer a un hermano que necesita una mano o está teniendo una necesidad. Y no hacerlo por ningún tipo de propaganda, sino por amor al hermano que sufre.
Por esto último también nosotros desde la Iglesia le damos todo un contexto de caridad a la celebración, más allá que no haya un día puntual al respecto”.
Trachite dijo que todas estas angustias e intolerancias—más allá de lo económico—que atravesamos, nos afectan también porque “muchos de nosotros estamos vacíos espiritualmente, no le damos la importancia suficiente, y buscamos satisfacer esa ausencia con un montón de cosas que el mundo me ofrece, y como somos seres que estamos hechos para trascender, las cosas de ese mundo no alcanzan para ese cometido”.
— ¿Qué pasa con los jóvenes en ese panorama?
— “Siempre hacemos la opción por el niño y el joven, porque son el presente y el futuro. Una institución envejecida tiene fecha de vencimiento. Y aunque no tenemos una gran participación de jóvenes, hay instancias que llenan el alma, como lo que viene pasando con estos encuentros de aquellos universitarios que nos visitaron días atrás en calidad de misiones, y los que también llegan con iniciativas proponiendo frases y actividades que los incluyan.
Este año, además, la Novena de Aránzazu acompaña al Museo Anadón en su 40 aniversario, y consecuentemente a esa fecha conmemorativa, pone especial énfasis en las cuatro décadas del conflicto por las Islas Malvinas, “porque somos miembros de una sociedad, más allá que algunos quieran que la institución quede guardada en sus templos, o esté en la sacristía. Nosotros somos personas que tenemos injerencia en la sociedad. ¡Qué la iglesia se calle; que los curas y el obispo no hablen, o se metan! No podemos, somos ciudadanos y tenemos el compromiso; que otros no coincidan, es otro tema. El silencio no es justamente la misión profética de la iglesia, sino al contrario, es el anunciar, sin confrontar ni pelear”.
Sobre el final, el entrevistado dijo que también es un 2022 especial por la vuelta de la presencialidad al rezo del rosario de la aurora, cada día desde las 7 de la mañana alrededor de la Plaza San Martín; y la tradicional procesión (el día 8 a las 15:30) que no se habían realizado durante los anteriores dos años por el aislamiento social impuesto. “De igual manera, pensamos que esa caravana de María por los barrios es algo que sostendremos, veremos de qué forma, o con qué cantidad de vehículos, pero tenemos intención de continuarla”.